Borrell lamenta que Georgia se esté alejando "de los valores de la UE" y Bruselas apunta a Putin: "Los vuelos desde o hacia Rusia aumentan significativamente"

Unas elecciones, las celebradas hace apenas unos días, "marcadas por irregularidades graves". Un "alejamiento de los valores y principios de la UE" por parte de los autoridades del país. Y un país que, una vez más, está detrás de todo ello: Rusia.

Josep Borrell, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, se ha mostrado este miércoles así de crítico con el giro que está llevando a cabo Georgia. En el análisis de la situación de los países candidatos a formar parte de la UE, está ex república soviética es la que peor ha salido de todos los análisis que hace Bruselas. Peor que Turquía, Albania, Serbia o Macedonia del Norte. O, al menos, a la que más tiempo ha dedicado el responsable de la diplomacia europea, que ha subrayado que en estas circunstancias no es posible progresar en la adhesión que Georgia solicitó en marzo de 2022.

"Necesitamos una voluntad clara en el acercamiento por parte de los líderes de Georgia", ha incidido Borrell, que si bien este punto no ha señalado directamente a Rusia las conclusiones que ha presentado sí lo hacen. "El número de vuelos directos a varios destinos desde o hacia Rusia ha aumentado significativamente durante el periodo de referencia", pone como ejemplo el capitulo dedicado al país.

También Moldavia, en donde la influencia Rusia es muy evidente, forma parte de los países que quieren integrarse en la UE y que, por lo tanto, son objeto de control por parte de Bruselas. En ese caso, las conclusiones son las mismas que desde la capital comunitaria se han venido apuntando desde las también recientes elecciones: que el Gobierno de Vladimir Putin está haciendo todo lo posible por interferir y evitar su ingreso.

"Moldavia ha seguido avanzando en el camino hacia la adhesión a la UE. Ha demostrado su capacidad de resistencia al tiempo que ha seguido haciendo frente a los retos sin precedentes derivados de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y la intensificación de las acciones híbridas de Rusia y sus representantes para desestabilizar el país".

Borrell, como es habitual, ha querido tener unas palabras de aliento y apoyo para Ucrania, país que "ha seguido promoviendo sus reformas a pesar de la guerra". "Pelea en dos frentes: en el campo de batalla, en la guerra real, y por otra parte luchando por promover las reformas que le permitirán ser parte de la UE. Y nosotros apoyamos a Ucrania", ha incidido el Alto Representante en una la que será una de sus últimas ruedas de prensa en la Comisión. A pesar de ello, se ha mostrado más cauto que en otras ocasiones, tal vez porque tenía a su lado al comisario europeo de Vecindad y Ampliación, el húngaro Olivér Várhelyi.

Y el informe, además de hacer incontables referencias a la "agresión injustificada" por parte de Rusia, también aborda las "buenas relaciones" que Ucrania tiene con los países de su alrededor. Un avispero que incluye a Moldavia y Georgia, nación esta última que a pesar de su acercamiento a Putin defiende "la soberanía" ucraniana. También con Turquía, que es un "socio estratégico", Albania o Bosnia Herzegovina, que igualmente "apoya la integridad territorial y la soberanía" ucraniana, y "condena de la guerra de agresión de Rusia".