Las cinco claves de la reforma migratoria de Francia>
La Asamblea Nacional de Francia rechazó la moción presentada por el partido de izquierdas La Francia Insumisa que pretendía tumbar la ley de inmigración. La moción de rechazo ha sido descartada por 284 votos en contra y 155 votos a favor.
El borrador de ley ha sido aprobado previamente en el Senado con 214 votos a favor y 114 en contra después de que una comisión parlamentaria mixta, formada por siete diputados y siete senadores, haya pactado un texto de consenso que incluso algunos diputados de Renacimiento, el partido de Macron, han rechazado. ¿Cuáles son las claves de la reforma migratoria?
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Debate anual sobre la inmigración. Se impondrán «cuotas» para la aceptación de inmigrantes. Debate político y electoral permanente sobre el problema que más preocupa a los franceses menos privilegiados, con muchos flecos europeos
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Se creará el delito de «residencia irregular». Permitirá expulsiones más rápidas y expeditivas, al mismo tiempo que la creación de «centros de retención administrativa» facilitará un control policial mucho más duro y permanente
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Recorte muy sustancial de las ayudas familiares, que solo podrán recibirse tras largos periodos de «prueba». Se trata de cortar el «efecto llamada», suprimiendo total o parcialmente las ayudas médicas del Estado. Será necesario acreditar que se está trabajando para recibir menos ayudas y más controladas
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Retirada del permiso de residencia a los inmigrantes «que no respeten los principios de la República». Al mismo tiempo la concesión de permisos de residencia será mucho más dura, con el fin de evitar la multiplicación de guetos multiculturales
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Freno duro al reagrupamiento nacional, que solo podrá realizarse cuando se reúnan condiciones laborales claras, que permita justificar ingresos suficientes, al margen de las ayudas estatales que serán recortadas significativamente. Muchas ayudas solo se podrán recibir tras cinco años de residencia con ingresos fijos
Uno de los principales focos de tensión han sido las ayudas sociales, ya que inicialmente la derecha reclamaba un claro endurecimiento de las actuales políticas. Este tipo de prestaciones, por ejemplo las destinadas a familias o a temas de vivienda, estarán condicionadas a que los extranjeros lleven al menos cinco años en Francia, en lugar de seis meses como hasta ahora.