El Madrid es Mbappé y diez más

Goleó el Madrid en el Carlos Tartiere, con Rodrygo de titular por la izquierda y Vini en el banquillo. Decisión valiente de Alonso, en pleno debate sobre la posible marcha de Goes antes del cierre del mercado y en mitad de un proceso de renovación enquistado, en el caso del '7' blanco. El realizador, que sabía dónde estaba la salsa, pinchaba un primer plano de Vini tras cada acción valiosa de Rodrygo, que firmó un partido interesante.

Corrió hacia atrás, presionó la salida rival, se asoció, encaró y rondó el gol en un par de disparos, ambos despejados por Aarón. Está lejos de la mejor versión de Rodrygo, pero nadie duda de que con minutos y confianza puede volver ahí.

Jugó el Madrid en Oviedo con camiseta blanca y pantalón y medias azules. Un azul oscuro, casi negro, o al menos así se apreciaba en televisión en los planos generales. No era Alemania, pero lo parecía. Sobre todo si el balón pasaba por Rudiger, que mandó a Militao al banquillo. Descanso para el central brasileño, al que Xabi sabe que tiene que mimar tras dos cruzados rotos.

También Carvajal jugó de titular, su primer partido de inicio desde que se rompiera la rodilla ante el Villarreal el pasado mes de noviembre. El buen tono físico del pepinero es otra de las positivas noticias que dejó el segundo triunfo del Madrid en Liga.

Una victoria con la firma de Mbappé, como ante Osasuna. Los 44 tantos del francés la pasada temporada, salvo lesión de cierta duración, seguramente pasen a la historia al final de este curso. Este Kilyan es otro. Un jugador más comprometido defensivamente, pero sobre todo un futbolista más fino, más fibroso, más rápido y más seguro de sí mismo. El peaje del primer año está más que pagado y, por fin, su rendimiento, no solo en goles, recuerda al mejor Mbappé del PSG.

Como ante Osasuna, marcó el primer tanto, el más difícil cuando delante tienes a un equipo con once jugadores plantados en su propia área. Fue en el minuto 37. Tchouaméni robó el balón a Dendoncker en el centro del campo, en una acción reclamada como falta por el equipo asturiano. De Burgos, bien posicionado, apreció perfectamente cómo el francés sacó limpiamente el balón y, después, el belga se tiró buscando enmendar su endeblez en el duelo con una falta que no fue tal.

El balón recuperado por el francés cayó en los pies de Arda, que condujo 20 metros, levantó la cabeza, filtró un pase a Mbappé y el francés, con un giro de doble ganancia, control orientado y limpia de su marca, acabó rematando con su pierna derecha a la red de Aarón. 0-1.

En la segunda mitad, el Madrid notó los pocos entrenamientos que lleva en su piernas, y el Oviedo se dio cuenta que ya no tenía nada que perder. El primer en verlo fue Paunovic, que se quitó de encima la línea de cinco y cambió a un 4-4-2, con Hassan como novedad. La entrada del francés y la fatiga del Madrid cambiaron por completo el escenario. Partido de igual a igual, con un Oviedo de menos a más, que tuvo sus opciones para llevarse un empate.

Un disparo de Sibo, en el 81, que escupió la madera, pudo haberle dado un puntito a los asturianos. Pero como suele pasar cuando el Madrid está delante, justo después de lo que pudo ser el 1-1, llegó el 0-2. Robo de Vinicius, y asistencia a Mbappé, que definió de primeras con la derecha. De los últimos 15 tantos del Madrid en el campeonato, 12 son del francés. Redondeó la goleada Vini en el 93. Resultado exagerado para un Madrid que es Mbappé y diez más.