Carolina Yuste se convierte en Massiel para ganar Eurovisión con 'La canción'
La trama de 'La canción' no es solo la victoria de 'La, la, la', sino que es la lucha Esteban Guerra, un joven ejecutivo de RTVE, que descubre que desde muy arriba ha llegado una orden clara: España tiene que ganar el festival de Eurovisión. Sin experiencia musical, pero ansioso por ascender, Esteban toma las riendas del proyecto y convence de unirse a la aventura al peculiar Artur Kaps, responsable detrás de los grandes espectáculos televisivos de la época. Juntos emprenden la 'Operación Eurovisión', un plan para encontrar la canción y el intérprete ideales que proyecten en Europa la imagen de un país moderno y abierto, tal como desea el gobierno.
Primero pensaron en un entonces joven Joan Manuel Serrat, que corrige a todo aquél que se refiera a él mismo como 'Juan Manuel' y que se niega a cantar en español porque su lengua materna es el catalán. «Me causó estupor este proyecto. No me parezco a Serrat ni canto como él, pero me dijeron que solo tenía que transmitir su energía», contó emocionado Marcel Borràs. Lo mismo le ocurrió a Carolina Yuste. Convertirse en Massiel era un reto por partida doble: aproximarse a ella en su gestos y su voz, porque Yuste canta en la serie. «Siempre tuvieron claro que esto no era un 'biopic' ni querían una imitación, solo acercarse lo máximo posible a ellos. Al final ese es mi trabajo: pillar la energía y la esencia de los personajes. He de decir que mi cabeza se tragó un poquito y he visto vídeos de Massiel durante horas y horas sin parar. Es como jugar en un alambre: hay que arriesgar y depositar tu confianza en el equipo».



Cuando la reciente ganadora del Goya por 'La infiltrada' grababa alguna escena, hacía señales a Alejandro Marín, el director de la serie, para comprobar que no se había pasado con la imitación. «No te queda otra que confiar», añade. Carolina Yuste es Massiel y Massiel es Carolina Yuste, donde tiene que enfrentarse a productores, a los chanchullos de RTVE y a los intereses particulares de todo aquél que estaba en el proyecto, con la actitud de la cantante e, inevitablemente, de ella misma.
'La canción' recorre en tres episodios la sociedad de una España gris que intentaba abrirse al mundo moderno y al mismo tiempo apartaba a Serrat por considerar que su actitud era desleal al cantar en catalán, los diez días con los que contó Massiel para prepararse tras paralizar su gira por México y una cadena de televisión en crisis profunda. «Era difícil encontrar el tono porque es un contexto pesado, pero lo contamos desde el punto de vista irónico, con humor y había que encontrar dentro del humor esa verdad que les ocurría a los personajes. No podíamos caer en la parodia ni la caricatura», explica Patrick Criado, que encarna al joven trabajador de RTVE.
Ficticio y al mismo tiempo «muy real», su personaje tiene que lidiar con un Serrat cabezón, una Massiel firme, un régimen que no le deja ser quien quiere ser, pero el sueño de llevar a España a la cima de Eurovisión. Para Alex Brendemühl, lo complicado fue fumar mucho. «Acabamos con los pulmones reventados en el rodaje, no paramos de fumar. Qué animalada. Parece una tontería, pero a veces teníamos que decirle al compañero que fumara él porque no podía más. Acababas mareadísimo, aunque al espectador le va a entrar un mono de fumar…», soltó el actor entre risas.



'La, la, la', compuesta por el Dúo dinámico, es la voz de Massiel y de toda una generación que estaba por encima de las intenciones políticas que había detrás de su elección para representar a España. «Es curioso que la idea que tenían precisamente los políticos de entonces que trataron de llevar a Massiel con un fin político desconocían que eso se podía volverse en su contra a través de la música más tarde», asegura Fran Araújo. La cultura sigue siendo, en ocasiones, un arma política a la que aplastar o con la que hacerlo. «Cuando te dedicas al arte hay una especie de pulsión que no sabes de donde nace. Hay gente a la que no le interesa en absoluto la cultura y sigue ejerciendo presión sobre el arte. Hay obras censuradas cada año, películas que no se pueden estrenar porque algo que dices no les parece bien», explicó Borràs. Aunque en ocasiones, la censura no se ejerce desde la política. «La propia autocensura existe. Muchas veces no sabemos qué es lo que va a pasar con un proyecto y al mismo tiempo sabemos lo que ha ocurrido otras veces, tratamos de cambiar el guion, las palabras y eso es terrible», indicó Yuste.
«Todo es política. Es casi imposible separarla de cualquier cosa», aseguraron los productores de la serie. Hay actores como Alex Brendemühl que manifestarse con respecto a la política puede generar una dicotomía. «¿Hasta dónde tengo un altavoz para denunciar y manifestarme? Por un lado es una obligación, pero a la vez se puede girar en contra porque al tener un color político o expresar una opinión puedes sufrir cancelaciones y críticas», indicó el actor. Aunque su vocación, por encima de eso, está al servicio de algo más trascendente. «El arte siempre se ha puesto como un espejo delante de la sociedad, de lo que pasa y para desnudar a los humanos y las relaciones», añadió. 'La canción' es precisamente ese reflejo de una España gris que se vio salpicada por el color de Massiel con su 'La, la, la' y que trajo aire fresco al estar por encima de cualquier interés político que pudiera haber detrás.