La OTAN advierte a Pedro Sánchez que no permitirá trampas con el gasto en defensa

España ocupa en estos momentos uno de los últimos lugares en gasto militar dentro de la OTAN, a pesar de que había asumido el compromiso de aumentarlo. Para ello, el Gobierno parecía muy interesado en que se incluyese en el cómputo el dinero dedicado a otros aspectos sujetos a interpretación, como la protección de fronteras, la lucha contra el terrorismo o la ciberseguridad. Sin embargo, esta misma mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo también en la sede de la OTAN que en España «calculamos los gastos de Defensa igual que todos y no tenemos ningún problema con eso».

Según lo acordado en la cumbre de Cardiff de 2014, los miembros de la OTAN deberían haber llegado al 2% del PIB el año pasado, pero España insiste en que ha decidido alcanzar ese objetivo en 2029, a pesar de que mientras tanto el debate está ya en subir la exigencia al 3% o incluso al 5% como mencionó este jueves el secretario de estado norteamericano Marco Rubio. El porcentaje que dedica España para gastos militares es apenas del 1,4%.

Sánchez había dicho hasta ahora que estaba abierto a «revisar los tiempos» del compromiso español y adelantar el cumplimiento del objetivo del 2%, a pesar de que en cualquier caso ya sería con retraso respecto al calendario pactado. Se espera que el presidente del Gobierno haga el anuncio antes de la cumbre de La Haya en junio.

La Comisión Europea ha ofrecido a los países miembros que usen la cláusula de escape del Pacto de estabilidad de modo que no tendrá en cuenta en los cálculos de déficit el dinero que se invierta en aumentar los gastos militares, pero también ha advertido que no aceptará interpretaciones creativas sobre que son o que no son gastos de defensa.