El gigante tecnológico ha pedido a los legisladores, además, más claridad acerca de las normas, ya que su incumplimiento puede acarrear sanciones que ascienden hasta el 10% de la facturación anual de las compañías. La desobediencia puede constatarse por infracciones diversas, entre las que se incluye abuso de posición dominante, el cargo concreto que la Comisión Europea achaca a Google.
No resulta extraño que Google se queje de la rigidez de las legislaciones europeas. Soporta una gran presión. La compañía fundada por Larry Page debe ocuparse de los cargos que le impone el Reglamento de Mercados Digitales, entre los que se incluye el favorecimiento de sus propios servicios, como Google Shopping, Google Hotels o Google Flights, sobre los servicios rivales, especialmente a la hora de sugerir productos, hoteles y vuelos en su página web.
Tal y como informa Reuters, Google ya propuso a la Comisión Europea una serie de cambios en sus servicios para cumplir mas fielmente la regulación. Más concretamente, la compañía afirmó que incluirá un servicio de búsqueda vertical en la posición más alta de la página de búsquedas, que incluya resultados objetivos y no discriminatorios, a diferencia de lo que el organismo dirigido por Ursula von der Leyen consideraba que Google ofrecía.
Sin embargo, algunas fuentes han considerado que las modificaciones propuestas por Google son insuficientes, ya que el sistema sigue asentándose en el abuso de posición dominante por parte de la empresa tecnológica, dificultando al resto de las compañías una competición justa.
Los abogados de Google comparecerán en Bruselas
La abogada de la compañía, Clare Kelly, comparecerá en un taller organizado por la Comisión hoy 1 de julio, con el fin de exponer los avances que ha hecho Google en su cumplimiento de la legislación europea. Según Reuters, que ha tenido acceso al discurso que pronunciará Kelly, la letrada expresará la preocupación de Google por el impacto que tienen las normas digitales de la UE sobre el mundo real, «que conllevan un empeoramiento de los productos y la experiencia de los consumidores europeos«.
Del mismo modo, según la agencia estadounidense, Kelly alegará que los cambios que Google se ha visto obligado a introducir por culpa de la Comisión han provocado que los consumidores europeos paguen más por sus billetes de avión, así como que no puedan acceder directamente a las webs de las aerolíneas, insinuando que el servicio resultante de las exigencias de la Unión es peor.
Por último, Kelly revelará que las aerolíneas, hoteles y restaurantes europeos, que han sido objeto de los cambios introducidos por la compañía, han informado de pérdidas de tráfico directas de un 30%, mientras que los usuarios se han quejado de la dificultad para navegar la página.