Defensa retiene un proyecto de radios donde participa una empresa israelí

Sin embargo, el plan de inversión militar aprobado por el Consejo de Ministros, con un presupuesto de 10.471 millones de euros para alcanzar el 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este mismo año, incluye un programa para la compra de radios tácticas que, aunque desarrolla una compañía española, Aicox, incorpora tecnología israelí. En concreto, el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa del Ejecutivo incluye una partida de 350 millones de euros para unas nuevas radios tácticas para el Ejército que sustituyan a las actuales. Ese programa lleva años en marcha, pero fuentes de Aicox denuncian que Defensa lo tiene paralizado debido precisamente a la participación de Israel. Según explican en la compañía, el Gobierno les pidió celeridad y ellos respondieron al reto, pero ahora está parado en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) desde mediados de 2024.

¿Hay alternativa a la tecnología israelí? Si las Fuerzas Armadas tienen urgencia, como dijeron, no hay alternativa, apuntan desde Aicox. La curiosidad en este caso reside en que los componentes de los aparatos los fabrica Elbit, que es la empresa israelí, se montan en la española Aicox y Telefónica las adquiere finalmente a esta sociedad para su venta final. Telefónica ha participado en al menos tres contratos adjudicados por Defensa para el suministro de radios en el marco del programa SCTR (Sistema Conjunto de Radio Táctica), en colaboración con la empresa israelí Elbit Systems y la española Aicox.

De interés general

Pero este caso no es el único que está en la diana, pues hace semanas el punto de mira estuvo puesto en el Ministerio del Interior por la adquisición de munición a otra empresa israelí. Fernando Grande-Marlaska retomó el proyecto después de haberlo suspendido alegando razones «de interés general», pero las exigencias de los socios de Gobierno y aliados parlamentarios llevaron al Palacio de la Moncloa a desautorizar a su ministro y bloquear de nuevo el contrato, pese al riesgo de tener que pagar como multa parte de los 6,6 millones de euros acordados.

Ya hace meses, poco después de que se negase toda relación comercial con Israel, la titular de Defensa tuvo que reconocer que había un resquicio: sí se mantenía relación con Israel para el repuesto y reparación de piezas de materiales que usan las Fuerzas Armadas y que habían sido comprados al país, sobre todo del Ejército del Aire y del Espacio.

Pero la cosa no quedó ahí y los informes oficiales de importación y exportación de material de defensa revelaron nuevas transacciones. Por ejemplo, en el año 2023 y el primer semestre de 2024 se formalizaron ventas por 49 millones de euros a Israel, aunque el Gobierno sostiene que en ningún caso llegó a su Ejército material susceptible de ser utilizado en acciones bélicas, según aseguró en el Congreso la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla.