Este lunes, el Gobierno y la Generalitat dan el primer paso para que Cataluña disfrute de un sistema de financiación equivalente al foral del País Vasco y Navarra. Según el acuerdo de investidura de Salvador Illa, firmado el año pasado por el PSC y ERC y validado por la dirección del PSOE, la comunidad recaudará, gestionará y liquidará todos los impuestos, empezando el año que viene por el IRPF, y solo aportará un pequeña cuota para el resto de regiones, lo que supondrá que Cataluña tendrá 25.000 millones de euros más.
Antes de la Comisión Bilateral, que se reúne en Barcelona este lunes en el Palacio de la Generalitat, con la presencia el ministro del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el consejero de Presidencia, Albert Dalmau, el Govern ha convocado a los partidos con representación en el Parlament. Fuentes del PP y Vox han confirmado a ABC que no habrá ningún representante suyo en el encuentro porque, básicamente, no están de acuerdo en que el sistema de financiación de la Generalitat, que afecta a todas las comunidades, se decida de manera bilateral.
Tampoco acudirá la CUP, pero por motivos bien distintos. Laia Estrada ha señalado esta misma mañana que su grupo no asistirá al encuentro porque no quieren «legitimar una operación de márketing del PSC», ya que la Comisión Bilateral está formada por los dos ejecutivos, el nacional y el autonómico, y son del mismo color político. «Estas bilaterales son una farsa y solo tienen por objetivo disimular que la Generalitat está presidida por el delegado de la Moncloa [en Cataluña]», ha añadido.
En cualquier caso, el documento que se acuerde este lunes debe ser ratificado después en otros órganos institucionales, sobre todo por el Consejo de Política Fiscal y Financiera y el Congreso. En las últimas horas, desde ERC, Oriol Junqueras, su presidente, ha advertido al PSOE de que si de la Comisión Bilateral no salen las bases del concierto económico para Cataluña, tal y como se firmó en 2024 para la investidura de Illa, su formación en Barcelona y en Madrid no podrán pactar con los dos gobiernos los próximos presupuestos.
El PSC está alineado con ERC y las reticencias a avanzar en la dirección de lo firmado el verano pasado se encuentran en las filas del PSOE, a pesar de que la dirección ratificó el pacto de investidura de Illa. Entre los asuntos polémicos están si la Generalitat debe recaudar todos los impuestos, como ocurre con el modelo foral, lo que supone que el Govern catalán tendrá «la llave de la caja»; si todo lo que se recaude se ha de quedar en Cataluña, lo que provocaría un déficit en la caja común para el resto de regiones; y si la Agencia Tributaria de Cataluña debe depender de la agencia nacional o ha de ser independiente.