Lo que seis periodistas africanas quieren que leas este 8-M
En Planeta Futuro tratamos de poner el altavoz donde creemos que es más necesario. En este 8-M pensamos que debía estar en las mujeres africanas, a menudo alejadas del foco informativo. Por eso hemos pedido a periodistas de distintos puntos del continente que se conviertan en editoras por un día de la sección. Han tenido barra libre para decidir cómo y sobre qué o quién escriben. Han expuesto sus temas en la reunión de primera de este diario y se han hecho cargo de nuestra newsletter semanal. La ilustración que acompaña este especial, en la que aparecen protagonistas de los reportajes, también la firma una ilustradora africana: Safara Wanjagi, keniana autora de collages como estos otros.
Las periodistas africanas han tomado la palabra este 8-M y este es el resultado de su mirada a una realidad que conocen bien:
Píldoras falsas e inyecciones de agua en vez de anticonceptivos en Kenia

Claret Adhiambo escribe sobre el problema con los anticonceptivos en Kenia: con los hospitales con problemas de suministro y multitud de tabúes, algunas mujeres del barrio informal de Mathare acaban recurriendo a píldoras ilegales que son peligrosas y poco efectivas. Un testimonio del reportaje es de una veinteañera que se quedó embarazada después de que le inyectasen con un supuesto anticonceptivo. Era agua.
Abrir camino con una cámara en Somalia

Hinda Abdi Mohamoud es la subdirectora de Bilan Media, un medio de comunicación rompedor en Somalia en el que solo trabajan informadoras. Ella ha querido contar la historia de otra periodista que es su inspiración: Aisha Subeir, camarógrafa y fotógrafa somalí de 23 años, que empezó grabando con el móvil y que, pese a tener que aguantar comentarios machistas (y hasta pedradas), ahora sueña con formar a otras mujeres en una profesión dominada por hombres.
Sororidad en forma de hucha colectiva en Senegal

Borso Tall eligió un sistema de préstamos entre mujeres como la historia que destacar este 8-M. El tontine puede ser una tabla de salvación para mujeres en un país políticamente convulso y con grave precariedad laboral. Marieme, que trabaja como limpiadora, pone 1000 CFA cada semana, de su sueldo de 50.000 al mes, en uno de estos grupos. Los ahorros ayudan a emprender negocios, a pagar viajes en autobús o, simplemente, a llegar a fin de mes.
Las incansables emprendedoras de la radio en Nigeria
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Ruona Meyer se interesó por la decena escasa de mujeres propietarias de emisoras de radio en Nigeria. Todo para estas emprendedoras es una batalla. A la fundadora de Radio Now 95.3 FM, por ejemplo, le costó más de un año ser aceptada en el grupo de WhatsApp del resto de líderes de la industria. Y, a pesar de ello, estas mujeres consiguen cosas. Especialmente interesante es el caso de Omalicha 91.1 FM y lo que llaman su campaña CUSH (Presiona hasta que suceda algo, por sus siglas en inglés): han conseguido que políticos locales arreglen carreteras o lleven agua potable a comunidades olvidadas. En un país en el que los periodistas sufren de presión y represión, las pequeñas batallas también importan.
El club que rompe con mitos de la regla en la República Democrática de Congo

“Antes, cuando tenía la regla, me encerraba en casa y detestaba ser mujer”, cuenta una de las adolescentes entrevistadas en esta historia de Douce Namwezi. Pero algo está cambiando entre las chicas de seis escuelas de la República Democrática del Congo, donde una organización local ha creado clubes de mujeres para que las alumnas hablen en confianza de salud sexual, higiene íntima y otros temas que les preocupan. La iniciativa, además, ha comenzado a reducir el absentismo escolar.
Lo que tenemos y lo que falta en Mozambique
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Eva Trindade, periodista televisiva mozambiqueña, quiso reflexionar sobre el largo recorrido de las activistas por los derechos de la mujer en su país. Pero quiso mirar también al camino que queda, en lo legal y lo social. Mozambique enfrenta graves problemas de violencia de género y tiene una de las tasas de matrimonio infantil más altas del mundo, a pesar de una ley que lo prohíbe desde 2019. Mucho por recorrer.
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