Un policía nacional fuera de servicio salva a una octogenaria durante sus vacaciones en Cádiz
Unos gritos inusuales alertaron a Álvaro Sánchez, un policía nacional que se encontraba de vacaciones en Cádiz para disfrutar de unos días de descanso junto a su pareja, de que alguien estaba pidiendo auxilio en el mismo bloque de viviendas en el que se alojaban ellos. Su pericia profesional hizo el resto y acabó salvando la vida a una mujer octogenaria pese a encontrarse fuera de servicio.
Todo empezó cuando el agente y su acompañante volvieron al piso que tenían alquilado después de comer. Una vez allí, escucharon voces que entraban a través de la ventana, aunque inicialmente no les prestaron mucha atención. "Al final es lo de siempre, como hay mucho colgado por el mundo, estás acostumbrado", explica Sánchez en conversación con EL MUNDO.
Sin embargo, comenzó a extrañarse cuando notó que "las voces seguían" y, finalmente, acabó percatándose de que "era una mujer pidiendo auxilio". En ese momento, se asomó a la ventana y se dio cuenta de que los gritos procedían del mismo edificio. "Se escuchaba perfectamente y entonces pregunté que dónde estaba y qué es lo que pasaba, a lo que ella respondió que se había caído y que no se podía mover", recuerda.
Sin dudarlo, subió corriendo las escaleras y conforme avanzaba pudo ver sangre desde el exterior de la vivienda. "En ese momento, cogí directamente el teléfono para llamar a la sala de 091 y me identifiqué como compañero, como policía nacional". Sánchez cuenta que también pensó llamar al 112, pero que sabía que todo se agilizaría más si llamaba directamente a sus compañeros porque no tienen que pasar por la entrevista previa que te hacen en el número de emergencias para saber que dispositivos son necesarios enviar a la zona.
La puerta se encontraba entreabierta y el agente entró sin dudarlo. Automáticamente intentó localizar la documentación de la herida. "Ella estaba como en estado de 'shock' y, como ya estoy acostumbrado a situaciones de urgencias, busqué su identificación para pasársela a la compañera de sala con la que estaba hablando y que ella lo comunicase directamente a los sanitarios de las ambulancias".
El propio agente explica que facilitar este tipo de información en una situación de emergencia como ésta es muy importante, porque favorece que los enfermeros y médicos que acuden al aviso sepan si el herido tiene alguna alergia o patología importante antes de administrarle cualquier medicamento o efectuar cualquier atención sanitaria. "De esta forma los compañeros ya saben si tienen que poner algún tipo de calmante o lo que necesite", expone.
Además, cuenta con alivio la suerte que tuvo de que la puerta estuviera abierta. "Si llega a estar cerrada habría sido mucho peor, no sabría lo que hay al otro lado, si simplemente se ha caído o no", cuenta. Habría sido un escenario en el que desconocería la gravedad de la situación. "Es un alivio cuando ya sabes que está bien", añade con tranquilidad mientras cuenta que volvió a verla pasado un tiempo desde el suceso.
Sánchez lleva de servicio cinco años, entró en el cuerpo en 2019 y actualmente está trabajando en la Unidad de Intervención de Valladolid. A sus 29 años, ésta ha sido la primera vez que se ha encontrado con una circunstancia como ésta fuera de servicio. "Cuantas menos situaciones así nos encontremos mejor, pero si es verdad que es la primera que me he encontrado", reflexiona en conversación con este periódico.
Por parte del Cuerpo Nacional de Policía, el agente ha recibido la felicitación del delegado y de su inspector de grupo. El jefe de Unidad también contactó con él para darle la enhorabuena por su actuación. "Cuando no estás de servicio, actuar de esta manera sigue siendo nuestro trabajo»" concluye, haciendo referencia a que siempre es policía, esté con el uniforme, esté de servicio o no lo esté, como ha sido esta ocasión.