Israel aprueba seguir con el control de la frontera entre Gaza y Egipto, con el voto en contra de su ministro de Defensa

El gabinete de seguridad israelí ha aprobado la propuesta que garantiza la presencia militar en el Corredor de Filadelfia, que separa la Franja de Gaza de Egipto, y que fue trasladada hace más de una semana a los mediadores en el marco de la negociación de la tregua. Tampoco hay alto el fuego en el norte de Cisjordania, donde el jefe de la infraestructura armada de Hamas en Yenín ha muerto por disparos israelíes en el tercer día de la operación a gran escala.

La aprobación retroactiva de mapas que muestran la reducción, pero no retirada, de las tropas del eje fronterizo entre la Franja de Gaza y Egipto, es básicamente simbólica, ya que desde hace días están siendo tratados por la mediación y rechazados por Hamas. Con todo, cualquier acto declarativo puede influir en el proceso negociador que no logra poner fin a casi 11 meses de guerra.

Parte de las familias de los secuestrados por el grupo integrista el pasado 7 de octubre y aún en cautiverio criticaron la votación (ocho votos a favor, uno en contra y una abstención) sobre los mapas que, según diversas fuentes, se llevó a cabo como producto del duro enfrentamiento verbal entre el jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que votó en contra. "No hay día en el que Netanyahu no actúe para poner en peligro el regreso a casa de todos los secuestrados. Tras casi un año de negligencia, no pierde ninguna oportunidad para asegurarse que no haya acuerdo", denuncia el Fórum que exige priorizar la vuelta de sus familiares.

Mientras los jefes de seguridad israelíes -que negocian con EEUU, Qatar y Egipto- y Gallant avisaron que la insistencia sobre el Corredor de Filadelfia puede frustrar el acuerdo, poniendo en peligro a los que quedan vivos entre los 107 rehenes. Netanyahu replicó que el 7-0 fue posible porque desde la retirada de Gaza en 2005 Israel no controló esa zona, "por la que entró una cantidad enorme de armas para grupos terroristas". El ministro ultranacionalista Itamar Ben Gvir se abstuvo, ya que se opone a la reducción gradual de las fuerzas en una Franja en la que además pretende la vuelta de las colonias.

Hamas rechaza cualquier presencia israelí en el eje enfatizando que la propuesta anunciada por EEUU hace tres meses incluye la retirada completa del enclave palestino. "Las negociaciones se encuentran en una fase crítica debido a la insistencia de Netanyahu de continuar la guerra y mantener el control de los corredores de Filadelfia y Netzarim", denuncia el dirigente islamista Sami Abu Zuhri, que responsabilizó a EEUU por adoptar "la posición de Israel, que obstaculiza el alto el fuego". Egipto también se opone a la demanda de Netanyahu.

El equipo negociador israelí volvió de Doha tras las reuniones de trabajo con los mediadores en las que hubo avances sobre el canje de rehenes por presos palestinos, en contraste con la brecha en torno al eje en el sur de Gaza.

Misil contra un convoy de suministros médicos

No muy lejos de allí y según Anera (American Near East Refugee Aid), un misil israelí alcanzó el pasado jueves un convoy que transportaba suministros médicos y combustible a un hospital emiratí en Rafah, causando varios muertos de una empresa local de transporte. "En el convoy, coordinado por Anera y autorizado por las autoridades israelíes, iba un empleado de Anera que afortunadamente resultó ileso", informó la directora de esta ONG en Palestina, Sandra Rasheed, que añadió: "A pesar de este impactante incidente, el resto de los vehículos del convoy pudieron continuar y entregar con éxito la ayuda al hospital".

El Ejército israelí afirma que realizó un ataque aéreo sólo contra efectivos armados que asaltaron el primer coche del convoy: "El ataque a los agresores armados eliminó la amenaza de que tomaran el control del convoy humanitario. El resto de vehículos no sufrieron daños y el convoy llegó a su destino como estaba previsto".

Por otro lado, anunció el fin de sus incursiones en zonas de Jan Yunis (sur) y Deir el Balah (centro) tras más de tres semanas en las que sus fuerzas mataron a "más de 250 terroristas, destruyeron seis túneles con una extensión de seis kilómetros y rescataron seis cadáveres de rehenes israelíes". Tras la enésima evacuación, los habitantes pueden volver a dichas áreas una vez fueron abandonadas por los soldados.

En el marco de la operación en Yenín y Tulkarem, agentes israelíes mataron al comandante de Hamas en Yenín, Wassem Hazem, en su diana por haber realizado ataques armados y con explosivos. Otros dos milicianos fueron alcanzados por un dron al intentar huir del coche que llevaba armas, munición y dinero. El brazo armado de Hamas admitió la muerte de los tres, destacando que Hazem era uno de sus comandantes en el norte de Cisjordania que regresa gradualmente a los días de la Segunda Intifada.