Refuerzo de plantillas, más radares y controles para frenar una siniestralidad que ha aumentado un 30%>
La radiografía del primer trimestre refleja un «goteo» de fallecidos en accidentes de tráfico en Castilla y León «inasumible» que habría estado marcado, además, por el aumento de los siniestros «graves» -de mayor letalidad- y de aquellos producidos por salidas de vía y colisiones. Se elevaron especialmente en fines de semana, con un incremento de la incidencia en autovías y autopistas y entre motoristas y profesionales del transporte. La mayoría de las víctimas viajaban a bordo de turismos. Seis de ellos sin cinturón -se calcula que la mitad podrían haber salvado la vida de haberlo usado-, según ha expuesto este lunes el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen; la coordinadora autonómica de la DGT, Inmaculada Matías; y el teniente coronel jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, Francisco González Iturralde.
La estrategia apunta, en primer lugar, a una mayor vigilancia en carretera mediante cámaras, control aéreo y una mayor presencia de efectivos de la Guardia Civil, que experimentará un refuerzo de las plantillas de Tráfico en la Comunidad con la incorporación de 61 efectivos a lo largo de 2024 para intensificar su presencia a pie de asfalto horas, días y puntos de más afluencia. Tendrá mayor incidencia en las vías convencionales, donde se concentraran la mayoría de medios, pero también en autovías y autopistas, en las que la siniestralidad suele ser menor pero que en el primer trimestre se vio incrementada en un 67 por ciento.
Y entre los medios del Instituto Armado se pondrán también a rodar motos camufladas de la Guardia Civil para aumentar la vigilancia de la circulación sobre dos ruedas. En lo que va de año son ya ocho las víctimas mortales, lo que supone un aumento respecto al pasado año cuando ya hubo un incremento de este tipo de siniestralidad que se teme que continúe toda vez que el buen tiempo anima a más salidas de fin de semana.
La vigilancia se completará con instalación de ocho nuevos radares, dos fijos y seis de tramo, y más controles preventivos de alcohol y drogas. Además, se intensificará la vigilancia al transporte especial y en furgoneta en los días laborales.
Medidas que buscan atajar, así, unos datos en sintonía con el conjunto del país que en abril y mayo se habrían moderado aunque no frenado. Los últimos datos de la DGT apuntan a que en este mes y medio se han registrado quince víctimas más hasta los 41 fallecidos en este 2024, lo que se mantiene estable en comparación con las cifras que a estas alturas del año se manejaban en 2023. Los heridos hospitalizados se han reducido hasta los 16 frente a los 24 que se registraron hace doce meses.
León es la provincia con mayor siniestralidad con diez fallecidos, y Valladolid aquella en la que más ha aumentado la mortalidad, tras pasar de dos a cinco muertos, los mismos que acumulan Zamora, Soria y Ávila. En Burgos son cuatro las personas que han perdido la vida sobre el asfalto, tres en Segovia y dos en Palencia y Salamanca.