La trampa de Homicidios para 'cazar' a Maje, la viuda negra de Patraix, y su amante Salva
El estreno de 'La viuda negra' en Netflix ha suscitado un incipiente interés en uno de los true crime más populares en España durante los últimos años. Para muchos de los suscriptores de la 'N roja' esta historia es completamente nueva, al igual que fascinante y adictiva. Uno de los momentos más impactantes del film es cuando se relata la trampa que el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional le tiende a Maje para que se delatara respecto al asesinato de su marido Antonio.
Maje, de 26 años, se casó en septiembre de 2016 con Antonio, ambos naturales de la localidad alicantina de Novelda. Antes y durante el matrimonio, mantuvo relaciones paralelas con cuatro hombres, entre ellos, Salvador, que trabajaba con ella en el hospital donde ejercía como enfermera y que tenía veinte años más que ella.
Según la Fiscalía, la relación causó en Salva «una situación de intenso enamoramiento y dependencia emocional» hacia la acusada que, a lo largo de sus encuentros, le hizo partícipe «de los problemas que decía tener con su esposo, incluyendo episodios de violencia». Finalmente, le convenció para matarlo en un asesinato que tuvo lugar el 16 de agosto de 2017 en un garaje del barrio valenciano de Patraix.
«Puxi, ya en el hospital. Goza esa empanada hecha con amor» le escribió Maje a su marido Antonio el día de antes de su asesinato, al que aseguró que estaba de guardia nocturna pese a que durmió con uno de sus múltiples amantes. Tras su muerte, delatada por sus infidelidades, los investigadores de Homicidios pusieron en el foco de las pesquisas a María Jesús, no como la asesina directa sino como la instigadora del plan para acabar con Antonio.
No obstante, la investigación queda varios meses en punto muerto por los pocos avances que consiguieron a través de las escuchas telefónicas practicadas contra Maje hasta dar con el nombre de Salva en el mes de noviembre. Semanas después, en diciembre, trazaron una hoja de ruta para tratar de conseguir las pruebas definitivas: una confesión.
El aviso de la Policía
El 28 de diciembre, los miembros del Grupo de Homicidios pidieron al cuñado de Maje que la informaba de que la Policía ya había identificado al asesino de Antonio, algo que la película de Netflix recrea a la perfección por el nerviosismo que generó en la principal sospechosa. Así, provocaron que se pusieran en contacto y concertaran una reunión para ver qué podían hacer frente a los avances policiales.
Se vieron las caras en una cafetería de Torrent a comienzos de enero de 2018, sin tener ni idea de que la Policía aguardaba fuera con un exhaustivo operativo de vigilancia que llegó a grabar con un agente de paisano sentado cerca de ellos la conversación en la que reconocían ciertos detalles del asesinato. A partir de ese momento, se evidenció el plan urdido por Maje para acabar con la vida de su marido utilizando a Salva, uno de sus cuatro amantes, al reconocer que le entregó las llaves del garaje.
Por todo ello, Salva se erigió como el único responsable del crimen para proteger a Maje. Ella, aunque en un primer momento se derrumbó y no llegó a negar que participó en el asesinato, culpó a su amante ante el juez. Sin embargo, el acusado también cambió su versión de los hechos meses después al enterarse de que se veía con al menos otros tres hombres.
Herido, Salva confesó que el plan lo diseñaron los dos, que ella le dio las llaves del garaje y que acordaron que él se cambiaría el estado de WhatsApp cuando hubiera matado a Antonio para que lo supiese. Además, condujo a los agentes hasta el pozo ubicado en una finca de su propiedad en Ribarroja del Turia en el que había escondido el arma del crimen: un cuchillo de 24 centímetros.
Género cada vez más maduro
Sobre la película, el director Carlos Redes asegura en una entrevista con Europa Press que el género del 'true crime' es cada vez más «maduro» ya que «aprovecha los hechos reales para, no simplemente contar un hecho, sino darle una implicación social». Así, con su relato de los criminales, 'La viuda negra' pone el foco en aspectos tan importantes como «la salud mental» o cómo «la educación». «Creo que es algo bueno que hablemos de nuestros fallos como sociedad y poder contarlos. Si no, ¿Cómo vamos a aprender?», reflexiona el cineasta responsable de títulos como 'El caso asunta', 'El verano que vivimos' o 'Fariña'.
Ramón Campos, productor y guionista de la película afirma con rotundidad que «darle voz a un criminal es necesario». «Yo estoy de acuerdo con las entrevistas a criminales, creo que forman parte de la sociedad. Jesús Quintero lo hacía hace años y nadie se echaba las manos en la cabeza», recuerda.
«Es que la víctima es víctima, no ha hecho nada. La víctima no es noticia. La noticia son los criminales. Entonces lo que intentamos es analizar a los criminales para intentar entendernos como sociedad», expone el productor y guionista de títulos como 'El caso Asunta',' 'Cómo cazar a un monstruo', 'El caso Alcàsser' o 'Fariña' que asegura que con 'La viuda negra' querían explorar por qué alguien elige el crimen antes que el divorcio.
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