De dirigir el Imserso a perito en el juicio contra Daniel Sancho: las muchas vidas de Carmen Balfagón y su estrategia para salvar al español de la pena de muerte

Fue el 10 de agosto de 2023 cuando la abogada y criminóloga Carmen Balfagón (Madrid, 1954) recibió una inesperada llamada para hacerse cargo del caso más mediático de toda su carrera. Al otro lado del teléfono estaba Rodolfo Sancho. El actor le preguntó si podía representar a la familia desde España como abogada y portavoz. Daniel Sancho, el hijo del famoso intérprete, llevaba tres días en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui, una isla al sur de Tailandia, acusado de asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta.

Balfagón, que hace tándem en su despacho en Madrid con el criminólogo Ramón Chipirrás, aceptó un caso que parecía insalvable porque, en ese momento, Sancho era tratado por toda la opinión pública como asesino confeso. Así lo habían manifestado los investigadores de la policía tailandesa que detuvieron al español de 29 años.

Todas las piezas del crimen parecía que encajaban y apuntaban contra Sancho. Pero Balfagón entró con fuerza en el circuito mediático y trató de darle la vuelta a la narrativa dominante. Se paseó día tras día, mañana y tarde, por los programas de televisión para sembrar las dudas sobre las "irregularidades" que había cometido la policía tailandesa, trazando además un oscuro perfil de la víctima ante la impotencia de una familia, los Arrieta, que no gozaban de ese altavoz diario.

Balfagón organizó ruedas de prensa para denunciar que los agentes tailandeses habían engañado a Sancho y exponer la nueva estrategia del equipo legal, al que se incorporó poco después otro veterano abogado, Marcos García Montes, quien lleva más de dos décadas moviéndose con soltura por los platós de televisión.

Fueron pasando los meses y el foco se mantuvo en el caso Sancho. Los abogados habían logrado introducir en la parrilla la versión de que, en realidad, la muerte de Arrieta se produjo de forma accidental, tras una pelea, después de que el colombiano intentara agredir sexualmente al español cuando este intentó cortar la relación.

Balfagón, antes de que el juicio comenzara en la corte provincial de Samui el pasado 9 de abril, sorprendió al anunciar que acudiría al tribunal para dar su testimonio en condición de perito especialista (criminóloga y experta en psicopatía criminal y forense), no como abogaba de la familia. La letrada viajó el pasado fin de semana a Tailandia y el martes entró por primera vez al juzgado para estar presente durante la primera declaración del acusado.

"Tal y como ha ido el juicio estas tres últimas semanas, no sé si hará falta que declare al final, si será necesario", desvela a este periódico Balfagón en referencia a que, según la defensa, durante las vistas celebras, en las que ya han pasado todos los testigos citados por la Fiscalía, no se ha podido demostrar el asesinato premeditado. Si esto fuera así como asegura la abogada, puede que Sancho se libre de una sentencia a pena de muerte o cadena perpetua.

Este miércoles continúa en el tribunal de Koh Samui la segunda parte de la declaración de Sancho, quien está siendo interrogado por la Fiscalía y el abogado que representa a la familia de la víctima. El martes, respondió a las preguntas de su letrado. El testimonio del español lo está escuchando Balfagón desde dentro de la sala del tribunal.

Más allá de ser unos de los rostros mediáticos del caso, esta funcionaria del Estado retirada tiene una larga carrera en la administración pública. "Muchos han querido poner en duda mi trayectoria, pero desde que ingresé en la administración en 1972, he sido directora de Dependencia y secretaria general de Asuntos Sociales en la Comunidad de Madrid, viceconsejera en Castilla la Mancha y directora del Imserso", cuenta Balfagón.

Para saber más

Entró como funcionaria tras aprobar las oposiciones en el Ministerio de Educación. Luego, cursó Derecho y, tras quedarse viuda en 2008, estudió Criminología, con master incluido en psicopatía criminal y forense. También ha sido militante del Partido Popular. Fue el Gobierno de Mariano Rajoy quien la nombró directora general del Imserso en 2017.

"La gente conoce el Imserso por los viajes de ancianos, pero es mucho más que eso. En mi etapa, intentamos aumentar los centros para personas mayores con discapacidad, sacamos muchos programas dedicados a las personas con discapacidad y proyectos que se hicieron para romper las barreras digitales de las personas mayores", asegura Bolfagón, que también llevó durante siete años la agencia del menor infractor en la Comunidad de Madrid. "La creamos en 2004 para trabajar en la reinserción de menores que habían cometido delitos muy graves", explica.

En 2018, tras la moción de censura, decidió jubilarse. Pero hace cuatro años abrió el despacho de abogados (Balfagón-Chippirrás) y actualmente también es decana del Colegio de Criminología de Madrid. La prensa también ha informado que, en 2018, se afilió a Vox y fue nombrada vicesecretaria de Acción Social de este partido. Pero Balfagón, en conversaciones con este periódico, niega la noticia, asegurando que nunca ha formado parte del partido de Santiago Abascal.

Lejos quedan aquellos tiempos de Balfagón en la política. Ahora, inmersa en el caso Sancho, entra por primera vez al tribunal de Samui convencida de que no hubo premeditación en el asesinato de Edwin Arrieta.

"Primero, alguien que planea una salvajada de este tipo, no va a un supermercado lleno de cámaras a comprar unas herramientas que sirven para matar y descuartizar a una persona. Segundo, si tienes pensado que vas a usar una moto para transportar los restos de la persona a la que vas a matar, pues no dejas tu pasaporte a la señora a la que le alquilas esa moto. Además, la confesión que dicen que Daniel realizó en un primer momento, está redactada como si lo hubiera dicho en tercera persona. Dudo mucho del estado psicológico en el que se encontraba tras la detención", sostiene la abogada.

"Todo el proceso está lleno de irregularidades por parte de la policía. Empezando porque la famosa camiseta que llevaba Arrieta y que tenía un agujero. Los policías tailandeses la enseñaron para decir que Daniel lo apuñaló en el corazón, pero fue llevada a los laboratorios de criminalística, junto con todos los modelos de los cuchillos que supuestamente utilizó Daniel, y los resultados señalaron que ese corte en la camiseta no se correspondía con ninguno de los cuchillos", defiende Balfagón.

"De los tres delitos que le acusan (asesinato premeditado, desmembrar un cuerpo y ocultación de la documentación de la víctima), Daniel sólo ha reconocido el segundo delito y en Tailandia la profanación de cadáveres está penado con un año de cárcel".

La abogada, que llegó a presentar en el escrito de defensa el enlace de un vídeo de YouTube en el que sale un hombre cortando un coco con una sierra (para tratar de demostrar que el acusado compró un serrucho para cortar un coco y no para descuartizar a Arrieta) está segura de que Sancho se librará de una sentencia a muerte o de la cadena perpetua, que era la pena que pedía el Ministerio Público.

Por ello nadie entendió el giro radical del fiscal cuando, la semana pasada, soltó delante de las cámaras que quizá, a pesar una serie de pruebas que al principio del juicio parecían más que evidentes, ya no se podría probar el asesinato premeditado.