José María y Carlos Piñar (Elmya): «EE.UU. debe ser nuestro principal mercado en un plazo de dos años»

—Elmya tiene su mayor negocio en España y opera en Italia, Reino Unido o Grecia. ¿Por qué pone el foco en EE. UU. en un momento de incertidumbre por las medidas de Trump?

—José María Piñar: Trump es un presidente pro-negocio. Una cosa son determinados discursos y otra la realidad. La demanda de energía en EE.UU. es altísima, con factores añadidos como el auge de los data centers (impulsados por las necesidades de la inteligencia artificial). No pueden desperdiciar ninguna fuente energética, y menos una que es la más barata del pool, como la solar.

—Carlos Piñar: En EE.UU. crece muy rápidamente la demanda de energía y se enfrenta a una limitación clara: si apuestas por nuclear, no estará en operación antes de 15 años; una planta de gas tarda entre siete y ocho años... La gran misión de Trump es reindustrializar el país y eso requiere energía eficiente a corto plazo. La solución son las renovables.

—¿Cómo están articulando el desembarco en EE.UU.? 

—J. M. P.: Elmya tiene una rama de negocio dedicada a las instalaciones, otra a la construcción llave en mano de plantas, y una división denominada Energy, que es la que desarrolla su propia cartera de proyectos. En el área de construcción hemos constituido EMC Renewables en alianza con Cummings Electrical, un instalador industrial con 1.000 empleados y sede en Dallas. Nosotros aportamos nuestro know-how en grandes proyectos renovables y ellos nos dan un conocimiento muy profundo del mercado. Es una alianza con sinergias. En el área de Energy hemos forjado una joint venture con Atlantica Sustainable Infrastructure, que estará centrada en el desarrollo de una cartera de proyectos de 4 GW en fotovoltaica, eólica y almacenamiento.

—C. P. : Esta alianza con Atlantica nos dota, además, de inteligencia de negocio, ya que no son solo un fondo, sino que se trata de una compañía que opera activos energéticos en EE.UU. desde hace dos décadas y tienen un profundo conocimiento del sector en todos sus niveles. Con esta operación, además, entramos por primera vez en el desarrollo de parques eólicos.

—¿Qué perspectiva de negocio tienen en EE.UU.? 

—J. M. P.: Será nuestro primer mercado en un periodo de dos o tres años, las perspectivas de crecimiento son altas. En la rama de construcción hemos comenzado con proyectos de entre 100 y 150 MW, pero iremos elevando la escala. Nuestra meta es alcanzar en Elmya un volumen global de negocio de 500 millones de euros, y la mitad debería proceder de EE. UU.

—C. P.: Vamos paso a paso, pero con decisión. En EE.UU. ya hemos despegado de la mano de clientes que también operan en Europa. Nos conocen bien y tenemos una relación de confianza, y esto nos permitirá asentarnos en el país y crecer con nuevos operadores.

Y en España, ¿cuáles son las expectativas de crecimiento? 

—J. M. P.: Es un mercado que está en otro momento. Europa, en general, tiene ahora el precio de la energía solar más barato del mundo. En este contexto, cada nuevo MW instalado tiende a reducir más el precio. Hasta que la demanda no crezca, esto no se corregirá. Y esa demanda llegará cuando se electrifique más la economía y se conecten a la red todos los nuevos consumidores que quieren entrar en el sistema, especialmente la de los proyectos planteados en el área de los centros de datos.

—C. P.: Hay que ver este momento como una oportunidad. Con toda la nueva generación renovable que se ha impulsado, tenemos ahora el gran desafío de atraer inversión industrial electrointensiva. Por el momento, las inversiones en nueva generación solar se van a moderar, pero surgen nuevas oportunidades vinculadas al ámbito de la electrificación. En España vamos a reforzar nuestra división de instalaciones para crecer en la construcción de redes de distribución, subestaciones y almacenamiento, así como el autoconsumo para empresas. También hemos logrado nuestro primer contrato para la construcción de una planta de biometano, un mercado en expansión.

—¿El gran apagón ha desincentivado inversiones en renovables? 

—J. M. P.: La principal circunstancia que está moderando las inversiones en renovables, como es el exceso de generación eléctrica, ya existía antes del apagón. Es un incidente que, evidentemente, no ayuda, pero lo contemplamos como una crisis puntual del sistema ya superada. Nos quedamos con lo positivo: la recuperación de la normalidad se realizó en tiempo récord y de una manera impecable.

—¿La moderación del negocio en España se compensará en Elmya con la rama de instalaciones? 

—J. M. P.: Y con el crecimiento en otros mercados europeos. Vamos a pisar el acelerador en geografías en las que ya estamos presentes, como Italia, Grecia y Reino Unido. En este último país acabamos de recibir la certificación que nos permite desarrollar nuestra actividad en redes de distribución y subestaciones, lo cual es muy relevante, ya que es un área en la que se van a concentrar numerosas inversiones en este mercado.

—¿Contemplan entrar en el negocio de los data centers? 

—J. M. P.: Lo hemos hecho. En este momento estamos desarrollando cinco proyectos reales en España, y estamos estudiando promover también iniciativas en Reino Unido y EE.UU. Por ahora actuamos como desarrolladores de proyectos propios, pero el operador a largo plazo será un tercero. Son iniciativas que requieren una inversión muy intensiva, diez veces mayor que la de la fotovoltaica.

—C. P.: Estamos apostando por un nicho concreto de los data centers: nos estamos enfocando en proyectos medianos, bien ubicados, haciendo clústers (conjuntos de proyectos cercanos que se complementan entre sí, lo que aporta valor añadido en redundancia y eficiencia). Tenemos iniciativas así en Aragón, Valencia y Sevilla.

—Pasarán de facturar 140 millones en 2024 a 500 millones antes del final de la década. ¿Valoran dar entrada a un socio financiero? 

—J. M. P.: No está por el momento en nuestra hoja de ruta, por la sencilla razón de que no lo necesitamos: somos una empresa sin deuda a largo plazo. Para acometer el crecimiento del área de instalaciones y construcción tenemos el músculo financiero necesario, y el área de desarrollo de proyectos la abordamos con alianzas con socios, como la citada de con Atlantica en EE.UU.

—¿Qué otros proyectos lideran en el área de promoción? 

—C. P.: En Grecia estamos desde 2020, con una cartera de 1 GW en parques solares y 600 MW en baterías. Para ello, nos hemos asociado con un family office londinense especializado en real estate. En Reino Unido estamos desde 2021, especialmente en almacenamiento, es el mercado más maduro en baterías a gran escala tanto en Europa como a nivel global, junto con Australia y EE. UU.

—Entraron en la firma de hidrógeno verde SailH2. ¿Cómo valoran el potencial de este vector energético? 

—J. M. P.: Estamos contentos con nuestra entrada en el capital de SailH2, que construyó y puso en marcha la primera fase del proyecto H2Green La Isla, y ahora comienza la segunda fase. Es un equipo joven y valiente. Les hemos aportado nuestra experiencia en el sector energético, y están haciendo un buen trabajo. Ahora bien, si hablamos del hidrógeno como sector, creemos que en este momento el regulador no está bien enfocado y todavía debe desarrollar mucha normativa para permitir su crecimiento.

—¿Elmya se plantea crecer en hidrógeno pese a esa lentitud en la regulación? 

—J. M. P: Creemos que todavía tiene recorrido. Falta regulación y el regulador no está enfocado. Hay una disyuntiva: con SailH2 y Atlantica estamos haciendo proyectos a gran escala para blending (inyección en red), pero la normativa aún no está madura. En este momento se está apoyando a proyectos grandes que deben ejercer como tractores, pero el sector madurará cuando crezcan también otras iniciativas pequeñas y medianas.