El crimen organizado vuelve a irrumpir en la campaña presidencial de México
Este fin de semana la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, fue interceptada por un retén de personas armadas y con el rostro cubierto, en una carretera de Chiapas
A petición de López Obrador, y sin debate alguno, se aprobó la entrada a México de 436 militares estadounidenses en un 'deja vú' de lo sucedido en diciembre, cuando el presidente mexicano chocó con Washington por la agenda migratoria, pero por lo bajo autorizó el ingreso de once oficiales armados.
El Gobierno ha militarizado la seguridad, así como ha entregado al Ejército la construcción de obras estructurales como el Aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya. El titular de la Secretaría de la Defensa, el general Luis Crescencio Sandoval, tiene una relación de muchos años con el secretario de la Defensa de Estados Unidos, el general retirado Lloyd Austin. Concretamente, se conocen de cuando este último era ejecutivo en la firma contratista de defensa, Raytheon, que ha vendido equipos a los militares mexicanos.
Sandoval también conoce bien al nuevo encargado de Joe Biden para América Latina, Daniel Erikson, quien proviene desde el Pentágono y reemplazó a Juan González que fue eyectado del cargo en marzo cuando Nicolás Maduro comenzó a perseguir opositores.
Según ha requerido el ejército mexicano al Senado, de los 436 militares, 220 llegarán a cargo de diversas aeronaves, 180 pertenecientes a la división de paracaidistas y el resto oficiales armados para diversas capacitaciones.
La oposición tampoco cuestiona demasiado y las criticas sobre el ingreso de militares extranjeros provienen de bancadas minoritarias del Senado. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México 80 años, tiene una fuerte tradición militarista y el conservador Partido Acción Nacional (PAN) también tiene estrecha cercanía con los generales.
Sin embargo, la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, ha insistido en que si gana las elecciones retirará a los militares de acciones correspondientes a la vida civil.
La relación entre ambos países no es tan fluida en lo referido a temas más sensibles como inteligencia y lucha contra el narco. Durante el gobierno de López Obrador fueron expulsados casi la totalidad de los agentes de la DEA con presencia en México por la confrontación que esta agencia tiene con el gobierno a partir de que en octubre del 2020 impulsó la detención del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa y mentor del general Sandoval. Cienfuegos, acusado de colusión con el narco, fue liberado por Donald Trump.
México le ha pedido permiso a Estados Unidos para introducir en su territorio agentes de inteligencia que investiguen el contrabando de armas hacia México
En paralelo, México le ha pedido permiso a Estados Unidos para introducir en su territorio agentes de inteligencia que investiguen el contrabando de armas hacia México que habitualmente son utilizadas por los narcotraficantes. Estados Unidos ha aceptado pero con extremas reservas y en una muy baja cantidad.