La Princesa Leonor, lencera al 'estilo Letizia' y la Infanta Sofía, blanca ibicenca, dos 'chicas normales' en el décimo aniversario de la coronación de su padre

Como dos troncos. Así van a dormir esta noche, sin duda, las dos hijas de los reyes de España, en el que ha sido uno de los días de agenda institucional más ajetreada del año. Y también la más variada. Por eso, el protocolo ha sugerido cambiar los looks de Princesa e Infanta, que poco han tenido de descuidados en ninguna de sus encarnaciones.

Si en los actos de la mañana y mediodía la idea de expresar formalidad se materializaba con la repetición de modelos usados previamente para actos de peso -la princesa usaba una chaqueta rojo anaranjado de Roberto Verino y la Infanta, un mono cut-out con detalles tie-dye firmado por la marca sevillana Cardié-, la tarde ha querido ser otra cosa y, sobre todo, transmitir otra cosa.

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La Reina Letizia no estaba, pero estaba

El encuentro con jóvenes se celebraba durante una visita a la Galería de las Colecciones Reales, y estaba claro que la ropa tenía que transmitir eso: cercanía y juventud. Pero también, se nos antoja a nosotros, sin estar presente la Reina Letizia, tenía que transmitir Reina Letizia. Así, si por la mañana comentábamos que la Princesa de Asturias se había presentado con una prenda en el color 'fetiche' de su madre, el rojo, por la tarde ha sido un vestido lencero (de Sfera, por cierto), el que ha servido de 'homenaje' a la Reina.

Porque ya resultan incontables las ocasiones en que la Reina Letizia ha demostrado que las piezas lenceras están entre sus básicos de armario. Y el conjunto, en blanco y negro, de la Princesa Leonor, parecía continuar con esa 'maleta' de gustos. Por no hablar del clutch prestado por su madre para la ocasión. En palacio, de vez en cuando, ropa y accesorios vuelan de armario en armario.

La Princesa de Asturias y su hermana, con la escritora María Dueñas en su visita a las Colecciones Reales.
La Princesa de Asturias y su hermana, con la escritora María Dueñas en su visita a las Colecciones Reales.GTRES

Lentejuelas monárquicas

En realidad se trataba de un conjunto en dos piezas, muy suelto, y con el escote en pico ribeteado de encaje negro, que también lucía lentejuelas. Resultaba fresco y festivo, aunque los cerrados taconcitos negros (por delante, por detrás eran abiertos) le confiriesen cierta seriedad al conjunto, no dudamos que absolutamente premeditada (por cierto, eran de Carolina Herrera y ya habían sido estrenados). Para compensar, vamos. El mensaje: soy joven y voy ligera, pero no me dejo en casa el ADN formal. El pelo suelto le sentaba de maravilla, y dado que la sonrisa no ha abandonado su rostro casi en ningún momento, el conjunto era tan relajado como festivo (insistimos: hasta llegar a los pies, que nos devolvían a la Princesa a la formalidad institucional).

Punto y aparte era el look de la Infanta Leonor, que de nuevo elegía el blanco (la hemos visto a menudo elegirlo al vestir) y otra vez el cuello caja (también la hemos visto usarlo a menudo). Esta vez, nada de tonterías, el blanco era riguroso. Pero... había truco.

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Lo que podía parecer de lejos un conjunto veraniego-monacal, ascético incluso, resultó tener lentejuelas en su parte superior, que le quitaban hierro a la asepsia del conjunto. El top sin mangas lo firmaba Claudie Pierlot. Unos zapatos en piel metalizada, tal vez demasiado cerrados, de tacón con base tronco-cónica, pero clara intención celebratoria, ponían la guinda, con la clásica melena partida en dos de la Infanta, a un look bastante simpático para terminar la larga jornada. Lo dicho, a descansar.