El lince duplica su población en tres años y alcanza los 2.000 ejemplares>
Los datos de este años reflejan un crecimiento poblacional del 21% sobre los datos del pasado año. Nacieron 722 cachorros y hubo 406 hembras reproductoras, 80 más que en 2022. La tasa de fecundidad es de 1,77, calculada como el número de cachorros nacidos entre el número de hembras territoriales.
«La tendencia de la población es positiva y continua desde 2015, lo que permite seguir siendo optimista por la reducción del riesgo de extinción del lince ibérico», ha valorado este viernes el Ministerio para la Transición Ecológica tras la publicación del censo.
Objetivo
No obstante, aún es necesario mantener los esfuerzos para la conservación de la especie, que sigue en la categoría «en peligro» de extinción de la Lista Roja de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El objetivo es llegar a las 750 hembras y entre 3.000 y 3.500 ejemplares para considerar al lince como una especie fuera de peligro.
El declive de las poblaciones de linces ibéricos en libertad fue una constante a partir de la década de 1950 hasta al menos el año 2004. La persecución humana y la escasez de conejos fueron las principales causas de dicho descenso, llevando a la especie al borde de la extinción. Tras la puesta en marcha de distintos proyectos LIFE, que permitieron la cría en cautividad y sueltas de 372 linces nacidos en cautiverio, desde hace años la población ha comenzado a expandirse, tanto numérica como territorialmente.

La mayoría se encuentran en España (1.730, que supone un 85,6%) y hay 14 núcleos de reproducción (cuatro en Andalucía, tres en Castilla-La Mancha y seis en Extremadura) y uno en Portugal. Andalucía acoge al grueso de la población con 755 ejemplares, seguida de Castilla-La Mancha (715 linces). En Extremadura se censaron 253 ejemplares y en la Región de Murcia siete.
Declive del alimento
«Son datos que nos alegran», ha reconocido Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España. «Sin embargo, no debemos olvidar que existen amenazas y desafíos a los que la especie sigue enfrentándose. A pesar del crecimiento poblacional de lince ibérico, nos preocupa especialmente el descenso de la población de conejo de monte, que ha decrecido un 70% en los 10 últimos años y supone el principal alimento de los linces. Por otro lado, el furtivismo, la caza ilegal y los atropellos siguen poniendo en riesgo la supervivencia de la especie».
WWF destaca que el conejo de monte se encuentra actualmente en la categoría de peligro de extinción y está desapareciendo prácticamente de todo el territorio, a excepción de zonas agrícolas de Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía.
Además, en 2023 fueron registradas 189 muertes de lince ibérico en la Península, de las cuales un 76,2 % (144 linces) fueron causadas por atropellos.