El preacuerdo de Guido Rodríguez con el Barcelona caduca este viernes>

Según se informa por parte del diario catalán Mundo Deportivo, el citado preacuerdo con Guido Rodríguez tiene vigencia hasta este viernes, día 31 de mayo. Cuestión ya de horas. Si no se materializa ese vínculo entre el jugador y el Barcelona en las próximas horas, Guido tiene la libertad de escoger otras ofertas. Según su entorno, las tiene, con lo que el argentino podría concretar su destino en breve, en unos días, y quedarse tranquilo para disputar la Copa América, que arranca el 21 de junio precisamente con un Argentina-Canadá. Por todo ello, y ante los numerosos condicionantes económicos, en el Barcelona empiezan a dudar de la posibilidad de poder contratar a Guido.

El preacuerdo entre ambas partes culminó hace varias semanas, aunque con la cuestión pendiente de la posibilidad de inscripción en la Liga, de esa vía libre del 'fair play' financiero para poder oficializar el fichaje. Guido Rodríguez no quiere verse ni de lejos en la tesitura que sufrieron tantos jugadores del Barcelona el verano pasado por las dificultades para ser inscritos en la Liga hasta última hora. A sus agentes se les aseguró por parte de la directiva de Joan Laporta de que no habría problema con ese asunto y que todo estaría listo antes de que acabase mayo, pero el mes concluye y eso no es así aún. Las cuentas blaugranas no cuadran y el Barcelona todavía no puede garantizar la inscripción del argentino y, por tanto, su fichaje, que con la marcha de Xavi Hernández corre también peligro al ser el ya ex entrenador uno de los grandes valedores de su contratación. De la valoración por parte del sustituto en el banquillo, Hansi Flick, no se sabe aún demasiado.

De una forma u otra, lo que ya es evidente es que Guido ha concluido su etapa en el Betis. «Se habló mucho, pero por respeto al Betis yo no quería hablar de más. Fui muy feliz ahí y ahora tengo la cabeza en la familia y en la selección. Ya veremos lo que pasa en el futuro», comentó este miércoles el centrocampista a su llegada a Argentina una vez concluida la temporada a las órdenes de Manuel Pellegrini.