Una química clínica enumera qué alimentos evitar y cuáles ayudan a bajar la inflamación de nuestro cuerpo
Entre los peligros asociados a este tipo de inflamación se encuentran, por ejemplo, «enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad o enfermedades autoinmunes».
Por estos motivos, y especialmente quienes padecen de ese tipo de problemas, la alimentación es esencial. Quintas recalca que «para mantener la inflamación bajo control es esencial evitar ciertos alimentos que pueden aumentar la respuesta inflamatoria de nuestro cuerpo».
Azúcares y Carbohidratos Refinados como bebidas azucaradas, pan blanco, pasta refinada...
Grasas Trans y Aceites Hidrogenados como margarina o fritos
Grasas Saturadas como la carne procesada o la mantequilla
Alimentos Ultraprocesados
Alimentos de Alto Contenido en Sodio como los snacks salados
Bebidas alcohólicas en exceso
Alimentos procesados con conservantes y colorantes artificiales
La química explica que se trata de una recomendación para «el día a día». Además, hay alimentos ricos en Omega-3 que sirven para bajar la inflamación. «El EPA y DHA, ayudan a reducir la inflamación crónica al inhibir la producción de moléculas proinflamatoriasderivadas del ácido araquidónico (un ácido graso omega-6», resalta haciendo especial hincapié en la prevención de enfermedades inflamatorias crónicas.
Además, ayudan en la salud cerebral y cardiovascular. Estos alimentos ricos en Omega-3 se pueden encontrar en pescados grasos como el salmón o la caballa o en fuentes vegetales como el lino o la chía.