«El consumo entre los menores de este tipo de productos constituye una verdadera amenaza para la salud pública y puede tener consecuencias importantes en la salud de jóvenes que a esta edad no han terminado aún su crecimiento», declaró el jefe de la oficina de la OMS para Europa, el doctor Hans Kluge.
Titulado 'El uso de substancias por los jóvenes en Europa, Asia y Canadá', el estudio analiza datos recogidos, en 2021 y 2022, en países de estas tres regiones los cuales reflejan comportamientos y entornos sociales de 280.000 menores. Los redactores del estudio concluyen que «las medidas de prevención tienen que mejorarse con urgencia».
Para reducir el consumo de alcohol, tabaco, cigarrillos electrónicos o cannabis por parte de los menores deberían tomarse medidas preventivas que protejan la salud de los adolescentes. Aumentar los impuestos, limitar el acceso a estos productos o prohibir algunos de ellos como los que tienen sabores añadidos, están entre las medidas preconizadas por la OMS.
Según el estudio, el alcohol es la substancia que se consume más entre los jóvenes. De acuerdo con los datos divulgados el 57% de los jóvenes menores de quince años han consumido alcohol, a veces de forma regular, a través de experiencias que los conducen a un estado de embriaguez. Además, cuatro de cada diez lo ha hecho durante el último mes.
Para la OMS, la novedad está en que ahora son las jóvenes, alrededor del 59% de las menores de quince años las que recurren con más frecuencia a su consumo. El porcentaje de chicos que consume alcohol es ligeramente inferior, un 56%. También son más las chicas, un 38% frente al 36% de los chicos, las que reconocen beber con frecuencia.
Los datos divulgados por el informe sobre el alcohol son preocupantes y muestran que uno de cada diez, menores de quince años, ha sufrido un episodio de embriaguez o ha estado borracho en al menos dos ocasiones. Las tendencias observadas muestran que los fenómenos de embriaguez se agravan con la edad, un 5% de menores de 13 años frente a un 15% a los 15 años.
El estudio también afirma que los cigarrillos electrónicos son más populares, entre los menores, que el tabaco convencional y subraya que su consumo se está popularizando cada vez más. Un 32% de los jóvenes menores de quince años los ha probado, frente a un 25% respecto al tabaco convencional, y un 20% los ha consumido durante los últimos treinta días.
Esta transición hacia los cigarrillos electrónicos demanda intervenciones puntuales para intentar solucionar este problema de salud pública que ha popularizado su consumo vía vídeo juegos, programas de entretenimiento o contenidos dirigidos al público joven a través de diferentes plataformas de productos multimedia, señaló el estudio.
Respecto al consumo de cannabis, el estudio destacó que los menores de quince años recurren menos a esta substancia, un 12% de adolescentes en 2022 frente al 14% en 2018. Sin embargo, la OMS advierte que no se puede bajar la guardia porque el cannabis causa verdaderos estragos entre los menores y puede desarrollar comportamientos que continuarán en la edad adulta.