Los delitos sexuales crecen por octavo año consecutivo

Las cifras llevan creciendo ocho años: agresiones, agresiones con penetración, violaciones múltiples. El último informe de Interior, de este viernes, con los datos de 2022, vuelve a reflejar esa tendencia al alza en delitos sexuales, de los 17.016 hechos conocidos que se registraron en 2021 pasan a 19.013 en 2022, de los que el ministerio destaca dos cuestiones: el incremento experimentado en las victimizaciones por agresiones sexuales y la gran proporción de menores que es víctima de estos delitos. “El 44,5% del total, situándose a gran distancia del segundo grupo de edad con mayor número (18 a 30 años)”, especifica el informe, que también resalta la subida, en “paralelo al crecimiento de los delitos sexuales”, de los cometidos en grupo: de 573 en 2021 a 632 en 2022.

Por primera vez, Interior desglosa datos sobre la relación entre los agresores y las víctimas. “En el caso de victimizaciones de mujeres, las que poseen una relación familiar, incluidas las de pareja/expareja, llegan a representar el 10,1% de los casos conocidos”. Por edades y tipo de relación, continúa el informe, “se observan situaciones dispares, ya que en la violencia familiar los menores de edad son los más preponderantes, mientras que en los casos de otras relaciones predominan las victimizaciones de 18 a 30 años”.

En las víctimas de sexo femenino, las mayoritarias, en el 73,6% de los casos no había ningún tipo de relación con el agresor; en el 4,1% de los casos se produjo dentro de la pareja —cónyuge (0,4%), pareja (1,6%), expareja (2,1%) y en separaciones y divorcios (0,1%)—; en el 6% de los casos esos delitos sexuales ocurrieron dentro de la propia familia —padre o madre (0,7%), hijo o hija (2,2%), resto de familiares (3,1%)—; vecinos o conocidos suponen un 0,7%, los amigos un 3,3%, compañeros de trabajo y similares un 1,7%, en el entorno escolar un 1% y “otra relación”, un 5,8%.

Sin contar los datos anteriores, que se publican por primera vez, todos los de este último análisis de Interior dibujan el mismo escenario desde 2016, es decir, crecen los números —siempre con un matiz que distintos ministerios, entre ellos Interior y Justicia, repiten desde hace varios años, y es que este aumento está relacionado con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos, que se traducen en una mayor disposición de las víctimas a denunciarlos y a poner sus casos en manos de la policía— y las características en torno a los delitos sexuales se mantienen.

Existe “una clara predominancia” de víctimas del sexo femenino, el 86%, de las que tres de cada cuatro son de nacionalidad española. Interior, como la Fiscalía o el Ministerio de Igualdad, llevan varios años poniendo el foco en los delitos sexuales cometidos contra menores y también perpetrados por menores. Por edad, las de 18 a 30 años representan el mayor número de mujeres que han sufrido agresiones y abusos sexuales con penetración (1.558), aunque, no muy lejos de esa cifra, están las menores (1.361), y son también estas últimas el mayor grupo en abusos y agresiones sin penetración (4.992). Respecto a los últimos datos, de 2021, ha habido un descenso en el porcentaje del total que representan las menores —el 49% frente al 44,5% del pasado año—, y ha crecido el del grupo entre 18 y 30 años, del 28,3% al 31,2%.

“Contrariamente” a lo que sucede con las victimizaciones, “el perfil predominante del detenido e investigado por un delito contra la libertad sexual es el de hombre, español (64,2%), grupo de edad de 41 a 64 años”. Es decir, que mientras que hay un mayor número de víctimas menores, “los responsables están mayoritariamente en un grupo de edad de 41-64 años”, dice el documento. Pero hay también menores: Interior contabiliza 638 adolescentes de 14 a 17 años responsables de un delito de agresión o abuso sexual, y 292 de agresión a abuso con penetración.

Entre esas características continúa también la estacionalidad: la mayor ocurrencia de delitos se concentra en los meses de mayo a octubre, siendo julio (más de 10.000), agosto y junio (más de 9.000 en cada uno de esos meses) cuando más se producen. Hay también espacios más comunes: en viviendas y anexos se produjeron 9.712 (el 51%), seguido ya a distancia de vías de comunicación como calles, autopistas, caminos, etc., donde se perpetraron 3.704 (19,3%). Y también existe territorialidad: “Correlacionado con la población existente, la representación territorial de la tasa por 100.000 habitantes sitúa a Islas Baleares, Ceuta, Canarias y Navarra como los lugares con más de estos delitos”. Mientras que en números globales, siguen siendo Cataluña (3.671), Andalucía (3.067), Madrid (2.663) y Comunidad Valenciana (2.390) las que registran más hechos conocidos.

Violaciones múltiples

El análisis de Interior resalta que en 2022 han aumentado los delitos sexuales cometidos por dos o más responsables respecto a años anteriores: “Es de destacar, que el mayor crecimiento en términos porcentuales y cuantitativos se ha producido en las agresiones y abusos sexuales con penetración”. Aunque siguen siendo aquellos delitos sin penetración los que representan la mayoría de los hechos conocidos perpetrados por dos o más responsables, algo más de dos tercios, y aunque siguen aumentando en número, este porcentaje lleva bajando desde 2017, cuando supusieron el 69,8%, frente al 65,5% del pasado año.

En términos cuantitativos, Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña, como con el total de delitos sexuales, son los territorios que tienen las cifras más altas en delitos cometidos por dos o más responsables. Del total de hechos conocidos desde 2017 por Interior, 2.952 violaciones múltiples, 603 se ha producido en Andalucía, 525 en Madrid, 477 en la Comunidad Valenciana y 318 en Cataluña. Canarias registra 179, Baleares 166, Murcia 117, Galicia 98, Aragón 92 y Castilla-La Mancha 89.

“Sin embargo, en términos de tasa por cien mil habitantes el mayor volumen se encuentra en Ceuta, Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Canarias. No obstante, hay que reflejar que ninguna de ellas llega a un caso por cada 100.000 habitantes”.

Ciberdelitos sexuales

La tendencia general al alza en los delitos sexuales convencionales no tiene reflejo, sin embargo, en los cometidos de esta tipología en internet, donde se ha producido un ligero retroceso, con 1.750 hechos conocidos frente a los 1.756 del año anterior. La cifra es, de hecho, sensiblemente inferior a la de 2020, el año de la pandemia y el confinamiento y, por tanto, de mayor actividad de la ciberdelincuencia, cuando fueron 2.029, récord histórico; pero también es menor que la de 2019, el año que se sigue tomando como referencia estadística, ya que fue el anterior al inicio de la crisis de la covid, periodo en el que se registraron 1.804.

La ciberdelincuencia sexual muestra perfiles muy marcados, tanto en la tipología delictiva como en las víctimas y agresores. Así, los tres principales delitos —la pornografía de menores, el acoso de adultos a menores de 16 años con fines sexuales o grooming y la corrupción de menores e incapacitados— concentran el 74,1% de todos los hechos conocidos por las fuerzas de seguridad. Este dato se traduce además en que ocho de cada 10 víctimas fueron el año pasado menores de edad, la mayoría por debajo de los 13 años. De las 1.248 víctimas conocidas, el mayor porcentaje fueron mujeres (el 68%) y la inmensa mayoría tenían nacionalidad española (89,9%).

Sobre los autores, la estadística de Interior refleja que los de sexo femenino “son prácticamente residuales” (28 detenidas o investigadas frente a 748 hombres) y que el porcentaje más alto de ciberdelincuentes sexuales se sitúa en la franja de edad entre 41 y 64 años (el 36,7%), seguido de los que tenían entre 18 y 30 años (el 29,5%). El 83,8% de los arrestados eran españoles.