Israel retoma la negociación sobre Gaza a la espera del enviado de Trump

Benjamin Netanyahu, que tiene la doble presión de las familias para seguir negociando y de los ultranacionalistas para volver a la guerra a gran escala, no acepta la retirada de sus tropas, ni el final de la guerra. Los familiares de los rehenes mantienen una acampada frente al ministerio de Defensa en Tel Aviv para pedir que se respete el acuerdo que permita el regreso seguro de los suyos a casa. La delegación israelí en Doha sabe que Washington ha mantenido contacto directo con Hamás para tratar la liberación del rehén estadounidense israelí Edan Alexander y la entrega de los cuerpos de otros cuatro rehenes con doble pasaporte. Un contacto sin precedentes que se ha realizado a espaldas de Netanyahu, según los medios israelíes.

Al Araby al Jadeed reveló que en los contactos con los estadounidenses el futuro de las armas de Hamás fue también un tema clave. Según este medio de Qatar, los islamistas habrían propuesto un alto el fuego que dure al menos 10 años a cambio de sus «armas ofensivas y cohetes» y para ello exigen a Washington garantías sobre la retirada militar del enemigo. Según este medio, Hamás ofreció liberar a Edan Alexander como «gesto de buena voluntad» para mantener abiertas las negociaciones directas con el equipo de Trump.

Corte de electricidad

Tras el final de la primera fase Israel cerró el acceso a toda la ayuda a Gaza y durante el fin de semana ha cortado la electricidad. Los israelíes presionan a Hamás y someten a 2 millones de personas a un cerco brutal que recuerda al impuesto durante los 15 meses de guerra. Izzat Al Rishq, dirigente islamista, calificó estas medidas de castigo como «un intento desesperado de presionar a nuestro pueblo y su resistencia mediante tácticas de chantaje baratas e inaceptables».