La protesta de los funcionarios mantiene 1.200 presos confinados en sus celdas en Cataluña

La protesta de los funcionarios de prisiones después de que un interno asesinase a una cocinera el pasado miércoles mantiene a 1.200 presos encerrados en sus celdas, según ha comunicado este sábado la consejera de Justicia, Gemma Ubasart. La peor situación se vive en la cárcel de Mujeres-Wad Ras, en Barcelona, donde un centenar de presas siguen sin poder salir desde el jueves. Los trabajadores han retomado esta madrugada los bloqueos en los centros de Quatre Camins y Jóvenes, además de la prisión de mujeres. Justicia busca acabar con la situación a través del “diálogo”.

El asesinato de la cocinera de la cárcel de Mas d’Enric, en El Catllar (Tarragona), ha creado una crisis sin precedentes en las prisiones catalanas, una competencia transferida a la Generalitat de Cataluña. La vicepresidenta de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha asegurado en una entrevista en Rac1 que se trata de una situación “crítica”, con contextos muy complejas en algunas prisiones. El fin de semana es cuando se producen las comunicaciones con familiares, además de permisos de salida, y todo ello se ha tenido que suspender en las cárceles que siguen afectadas porque no hay suficientes funcionarios para llevarlo a cabo con seguridad.

Concentración de los funcionarios este sábado frente a la cárcel Quatre Camins, en Granollers.
Concentración de los funcionarios este sábado frente a la cárcel Quatre Camins, en Granollers.massimiliano minocri

El Departamento de Justicia ha vivido también momentos de tensión con el de Interior. El área que dirige Ubasart pidió ayer por la noche que Interior montase un dispositivo de orden público que impidiese un nuevo bloqueo de la prisión de Quatre Camins, pero desde el Departamento que dirige Joan Ignasi Elena se optó por la mediación y un perfil más bajo, a la espera de cómo evolucionen las protestas. La voluntad de Justicia era recuperar cuanto antes la normalidad en las cárceles, y evitar sobre todo cualquier conato de violencia en el interior de las prisiones, y tener que reaccionar después. La conselleria de Elena apuesta por ir calibrando la situación, y hasta el momento la policía catalana está presente en el gabinete de crisis a través del director, Pere Ferrer, pero los mandos no han convocado un Centro de Coordinación (CECOR) como suele hacerse en situaciones graves que atañen a la seguridad.

Los sindicatos de prisiones hace meses que denuncian un aumento de las agresiones en las prisiones catalanas. Piden que la consejera Ubasart dimita, y critican unas políticas de apertura que han dado manga ancha a los internos. Tanto Vilagrà como la propia Ubasart han descartado la posibilidad de que haya dimisiones. “Estamos en una situación de crisis, necesitamos a todo el mundo”, ha manifestado la consejera en rueda prensa, junto al secretario general de medidas de reinserción, Amand Calderó, cuya cabeza también exigen los sindicatos.

La situación este sábado es mejor, en todo caso, que la que se vivió el viernes, cuando se llegó a tener 5.000 personas confinadas en sus celdas a causa de las protestas. Los bloqueos llegan en un Govern prácticamente en precampaña, después del anuncio de Pere Aragonès de unas nuevas elecciones el próximo 12 de mayo al no poder pactar los presupuestos.

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