El campo y las empleadas del hogar fulminan 176.000 empleos desde que arrancó la escalada del salario mínimo y a las puertas de una nueva subida del 4%
El balance del mercado laboral de 2024 arroja medio millón de afiliados más y cerca de 147.000 parados menos. Una evolución positiva del empleo en términos generales que, no obstante, no está exenta de sombras. Más allá de los desequilibrios clásicos que persisten en un contexto de contratación todavía muy marcado por la estacionalidad pese a la reducción de la tasa de temporalidad y de un nivel de paro que aún encabeza el ranking europeo, hay sectores directamente afectados por la política económica del Gobierno que empiezan a consolidar una marcada debilidad tras años de pérdida de empleo.
Destaca la sombra que se cierne sobre los regímenes especiales, como el sistema agrario y el de empleadas del hogar, que a cierre de año ahondaron la caída que vienen sufriendo coincidiendo con el periodo de escalada del salario mínimo. Precisamente, el campo y el empleo doméstico son dos de los sectores con mayor proporción de trabajadores cobrando el salario mínimo interprofesional, y entre diciembre de 2018, cuando el primer Gobierno de Pedro Sánchez aprobó la subida del 22,3%, hasta los 900 euros, y diciembre de 2024, con esta referencia salarial situada ya en los 1.134 euros, ambos sectores han destruido conjuntamente un total de 176.351 empleos.
En concreto, el sector agrario ha pasado de contar con 811.282 cotizantes hace seis años a apenas 691.606 afiliados en la actualidad: 119.676 menos. Por su parte, el de las empleadas del hogar -la inmensa mayoría son mujeres- ha visto mermada su plantilla en 56.675 trabajadoras, al pasar de 410.634 a cierre de 2018 a 353.959 en diciembre de 2024.
Ayer mismo, consultados al respecto del desplome en el sistema especial de empleadas de hogar durante la rueda de prensa de presentación de los datos de paro y afiliación, los secretarios de Estado de Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Pérez Rey y Borja Suárez, restaron importancia a la tendencia.
El número dos de Yolanda Díaz negó que exista una correlación entre la pérdida de afiliación y la recuperación de derechos de las empleadas del hogar llevada a cabo por este Gobierno en sucesivas reformas como el establecimiento del derecho a paro. Pérez Rey descartó un impacto directo de las mayores obligaciones de los empleadores en las personas en alta y relacionó la pérdida de cotizantes en este régimen con «un cambio en el modelo de contratación», asegurando que muchas familias recurren a servicios de empresas que ubican a sus trabajadoras en el régimen general y no en el especial.
Por su parte, Suárez indicó que la pérdida generalizada de puestos de trabajo en los sistemas especiales tiene una «causa fundamental», que es «la mejora de la calidad del empleo». En este sentido, afirmó que una de las consecuencias del crecimiento del empleo en actividades de mayor valor añadido es que el peso de ese empleo de menor calidad se resiente. Y esto, a su juicio, es «una señal de progreso».
Choque por la nueva subida
En cualquier caso, el desplome del empleo en ambas actividades se consolida a las puertas de una nueva subida del salario mínimo. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está a punto de recibir el informe de la comisión de expertos que debe recomendar una horquilla de incremento para este año en base a dos mandatos: el mantenimiento del poder adquisitivo y la garantía del nivel del 60% del salario medio.
Con estas dos referencias, la vicepresidenta ya ha deslizado que su propuesta para la subida del SMI en 2025 va a rondar el 4%. Una cifra que, en todo caso, no se alinearía con las recomendaciones que maneja el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ya que la titular de Trabajo aseguró ayer en una entrevista en RNE que "hay desacuerdos manifiestos con el salario mínimo" en el seno del Gobierno.
En plena guerra abierta entre los socios de la coalición por la reducción de la jornada laboral, Díaz sumó al debate la cuestión del SMI y recordó que el ministro Cuerpo se posicionó en contra de las subidas de esta referencia salarial cuando formó parte del comité de expertos como secretario general del Tesoro en el equipo de Nadia Calviño, con quien la actual vicepresidenta ya mantuvo importantes desavenencias sobre este asunto.