El 'año del dragón' aumentó los nacimientos en China, que presume de que su economía creció un 5% en 2024, alcanzado su objetivo anual gracias a las exportaciones
En China ya ha comenzado el chunyun, como se conoce al periodo de 40 días de viajes masivos por el Año Nuevo Chino, que arranca el 29 de enero con la serpiente como animal del zodiaco. Es la migración humana anual más grande del mundo y se espera un récord de 9.000 millones de desplazamientos nacionales. El 80% de todo este movimiento se hace por carretera, a pesar de las descomunales dimensiones de este vasto país. Por ello, las buenas noticias económicas que celebran este viernes en el gigante asiático han pillado a muchos trabajadores chinos en el coche volviendo a sus lugares de origen.
Lo primero que se celebra es que, en 2024, la economía creció un 5%, empujada sobre todo el aumento de las exportaciones. Esto es lo que ha anunciado la Oficina Nacional de Estadísticas, presumiendo que Pekín ha cumplido con el objetivo de crecimiento que los líderes marcaron en su cónclave político anual del año pasado.
La otra nota positiva para subir la moral antes de las vacaciones es que el número total de nacimientos ha aumentado ligeramente a 9,54 millones frente a los 9,02 que hubo en 2023. Aunque, bajando a la realidad, la noticia realmente que hay que destacar no es precisamente buena: la población de China cayó por tercer año consecutivo (el número total disminuyó en 1,39 millones a 1.408 millones) porque el número de muertes de un país cada vez más envejecido ha vuelto a superar al aumento de los nacimientos.
Que hayan nacido más hijos en 2024 en la conservadora sociedad china se relaciona con el aumento del 12,4% de los matrimonios el año anterior. Pero también con la supersticiosa cultura local: el 2024 que dejamos atrás fue el año del dragón, símbolo de poder y grandeza, por lo que los niños nacidos bajo el abrazo de este signo están destinados al éxito. Esto es lo que vendieron las campañas pro natalidad del Gobierno y parece que funcionaron. Aunque no ha habido ese ansiado babyboomque el país necesitaba para darle la vuelta al actual desastre demográfico.
Continúa esta recesión en el hogar de una sexta parte de la población y esto amenaza con sacudir aún más el lento crecimiento económico propiciado por la debilidad del consumo, la crisis inmobiliaria, al endeudamiento de los gobiernos locales, al alto paro juvenil, la salida de capital extranjero y la pérdida de riqueza de las familias de clase media.
Pero de lo que presumen hoy los hacedores de políticas económicas de Pekín es que sus últimos estímulos han logrado el propósito de ayudar a alcanzar el crecimiento del 5% que se había fijado, a pesar de los malos augurios de los analistas internacionales. Las cifras que dan las agencias chinas siempre hay que analizarlas con cierto escepticismo, pero la opinión mayoritaria, tanto dentro como fuera de China, es que los rescates lanzados a finales de 2024 por el Gobierno están funcionado.
Otras cifras publicadas este viernes por la oficina de estadísticas destacan que el consumo se está recuperando ligeramente con un crecimiento del 3,5% interanual de las ventas minoristas de bienes de consumo, que la producción industrial aumentó un 5,8% en 2024 y que la tasa de desempleo urbano (5,1%) estuvo levemente por debajo del año anterior.
La economía china creció con más fuerza entre octubre y diciembre que en cualquier otro trimestre del año, a un ritmo del 6,6%, impulsada, entre otras cosas, por las fuertes ventas de automóviles. "La economía china se está recuperando realmente en medio de los altibajos", dijo el viernes Yang Ping, director de investigación económica de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la principal agencia de planificación económica.
El principal motor de la economía está en el recientemente anunciado superávit comercial de récord: las exportaciones, según datos de aduanas, crecieron un 5,9% interanual, mientras que las importaciones aumentaron un 1,1%, lo que llevó a un superávit de 992.100 millones de dólares. "China ha consolidado su estatus como el mayor exportador de mercancías del mundo ", presumió Wang Lingjun, subdirector de la Administración General de Aduanas.
A principios de diciembre, después de que los mandamases del país asiático se encerraran a puerta cerrada en la reunión económica más importante del año, en Pekín se anunció una serie de estímulos, como una política fiscal más proactiva, señalando la intención de permitir que el déficit presupuestario se ampliara en 2025 más allá de su nivel que mantenía del 3% del producto interno bruto. También se prometió reducir las tasas de interés, estabilizar los mercados bursátiles y de bienes raíces, aliviar la deuda de los ahogados gobiernos locales y abandonar la mayoría de las restricciones a la compra de viviendas.