Socialistas y conservadores empatan en Portugal mientras la ultraderecha pierde fuerza

Las elecciones europeas se vivieron este domingo como una segunda vuelta de las legislativas celebradas en marzo en Portugal. Y los resultados fueron similares, aunque en esta ocasión el triunfo se inclinó hacia el Partido Socialista (PS), que recibió 40.000 votos más que la Alianza Democrática (AD), la coalición conservadora que ganó los comicios de marzo por apenas 50.000 votos de diferencia. Esa situación de casi empate se ha repetido de nuevo, aunque con las posiciones invertidas. Con el 99,31% escrutado, el PS se proclamó ganador de las elecciones con el 32% de los votos, frente al 31% de AD. Los socialistas alcanzaron ocho diputados, uno menos de los que habían conquistado en 2019. La coalición conservadora alcanzó otros ocho escaños, uno más que en la anterior legislatura si se sumaban los de los dos partidos coaligados y que entonces concurrieron por separado.

Lo que no se ha repetido ha sido la noche triunfal de la ultraderecha. Chega, el partido fundado por André Ventura en 2019 y que protagonizó un éxito rotundo en las pasadas elecciones al lograr más de un millón de votos, entra por vez primera en la Eurocámara, pero se ha quedado lejos de sus expectativas. Mientras que en marzo recibió el 18% de los votos, en esta ocasión rondó el 10% y vio como Iniciativa Liberal (IL) le disputaba la tercera posición. Apenas 30.000 papeletas separaban ambas formaciones y empataron en el número de escaños (dos).

La jornada también ha confirmado lo que ya se dibujó en las urnas en marzo: un cambio de ciclo político hacia la derecha. Mientras en 2019 todas las fuerzas de la izquierda (Partido Socialista, Bloco de Esquerda y Partido Comunista Portugués y los ecologistas de Pessoas-Animais-Natureza) sumaban 14 representantes, los conservadores solo contaban con siete. Ahora la relación de fuerzas se ha invertido y, pese al ejercicio de resiliencia mostrado por los socialistas, la hegemonía se ha desplazado hacia el bloque de la derecha. Bloco de Esquerda y el Partido Comunista lograron retener un diputado de los dos que tenían cada uno.

Pedro Nuno Santos y Marta Temido, durante el último acto de campaña del Partido Socialista en Lisboa el viernes 7.
Pedro Nuno Santos y Marta Temido, durante el último acto de campaña del Partido Socialista en Lisboa el viernes 7.JOSE SENA GOULAO (EFE)

La vencedora de la noche fue Marta Temido, la exministra socialista que alcanzó una gran popularidad y valoración por su trabajo durante la pandemia. El aprecio hacia Temido decayó cuando la vida volvió a normalizarse y comenzaron a aflorar graves problemas en la sanidad pública que la llevarían a dimitir en el verano de 2022. Su principal adversario era el comentarista político Sebastião Bugalho, un fichaje sorpresa de la Alianza Democrática decidido personalmente por el primer ministro, Luís Montenegro, con la intención de conectar con el voto joven. En su discurso de anoche, Montenegro anunció que está dispuesto a apoyar la candidatura del socialista António Costa para presidir el Consejo Europeo.

El resultado ha sido un espaldarazo para el nuevo liderazgo en el Partido Socialista, que eligió en primarias a Pedro Nuno Santos como sucesor de António Costa después de que este dimitiera como primer ministro y secretario general del PS a finales de 2023. La renuncia de Costa se produjo debido a una operación judicial que investigaba irregularidades en la concesión de proyectos empresariales y que provocó la detención, entre otros, del jefe de gabinete del primer ministro y la apertura de una investigación en el Tribunal Supremo de António Costa. Siete meses después, la investigación de la Fiscalía ha sido censurada en dos ocasiones por órganos judiciales por su carácter endeble. Costa, que declaró recientemente ante los fiscales que llevan la Operación Influencer, depende de la resolución de este caso para abrir una nueva etapa política en Europa. De momento, se ha convertido en comentarista de televisión, un rol que asumen con frecuencia los políticos en Portugal.

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Aunque la abstención fue alta (63,52%) en comparación con citas electorales nacionales, la participación fue destacable respecto a anteriores convocatorias europeas. En este aumento han pesado los esfuerzos de la administración portuguesa por facilitar el ejercicio del voto. Por vez primera en unos comicios de ámbito comunitario se ha permitido el voto anticipado, al que se acogieron 250.000 personas, y se estrenó una modalidad de voto en movilidad, que permitió a los electores depositar su papeleta en cualquier colegio electoral del país con la presentación de su documento de identidad.

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