Estos son los mejores ejercicios para combatir la flacidez a partir de los 40 años
El paso del tiempo es algo inevitable para todos y, llegados a cierta edad, la preocupación por la salud y el aspecto físico suelen aumentar en muchas personas. Es por ello que buscar consejos y recomendaciones de profesionales para envejecer sanos suele ser algo bastante habitual.
Como habrás podido leer en el título, en este artículo nos centramos en aquellos que llegan a los 40 años y quieren evitar algo que suele ocurrir a casi todo el mundo a partir de cierta edad: la flacidez, que afecta especialmente a las mujeres, sobre todo si han sido madres y por cuestiones hormonales.
A partir de los 35 años, aproximadamente, la piel y los músculos comienzan a dejar de ser los que eran, reduciendo su elasticidad y firmeza, dando paso a esa indeseada flacidez que puede provocar cierta inseguridad en cuanto a la apariencia de una persona, además de conllevar la pérdida de fuerza o de salud de la piel, por ejemplo. Alas de murciélago, barriguita que cuelga, cara interna de los muslos que parece gelatina... son muchos los signos que se buscan evitar y que pueden prevenirse o tratarse con constancia.
Además de una buena alimentación, el ejercicio físico es clave en el caso de querer evitar o eliminar la flacidez a partir de los 40 y, a continuación, te dejamos los ejercicios que puedes practicar y que mejor funcionan para combatirla.
Abdominales de tijera: trabaja el core, lo cual implica el abdomen y la espalda, pero también implica las piernas, al mantenerlas estiradas y fuertes.
Planchas: también indicado para todos los músculos de la zona abdomina, este suno de los ejercicios más completos para trabajar el core. Prueba con aguantar la posición durante unos 30 segundos y ve aumentando progresivamente el tiempo y alternando el tipo de planchas que realizas.
Fondos sobre silla: este ejercicio es perfecto para combatir las temidas alas de murciélago, ya que trabaja el tríceps y la fuerza del brazo. Será más cómodo si pones la silla junto a la pared para poder apoyar tu peso en ella mediante los brazos, pegando los codos al tronco todo lo que puedas.
Sentadilla con mancuernas: las sentadillas, bien ejecutadas, suelen ser ideales para tener firmes glúteos o cuádriceps, que se vuelven más cómodas si apoyas la espalda en la pared. Además, añadiendo unas mancuernas y levantándolas con los brazos mientras bajas, trabajarás varias zonas del cuerpo donde suele haber más flacidez.
Puente de glúteo con pelota: continuando con el tren inferior, sumar sujetar la pelota entre las piernas a este ejercicio hará que aumente la fuerza de la cara interior de tus muslos, trabajando también parte del abdomen.
Zancada con pesas: en este caso también trabajamos el cuerpo casi de forma integral, al subir las pesas o mancuernas en posición de brazos flexionados desde los hombros hasta ponerlos por encima de la cabeza, mientras alternamos la pierna de la zancada.
Estos ejercicios realizados de forma medianamente regular, siempre que tu médico considere que estás en condiciones para hacerlos, harán que dejes atrás la flacidez. Además, también es importante mantenerse correctamente hidratado y no abusar de la exposición solar, que puede contribuir a la flacidez de la piel.