Un robo que se torció y salió mal, principal hipótesis del triple crimen de Chiloeches

Las detenciones se produjeron solo unas horas después de descubrirse los cuerpos, dado que la urbanización Medina Azahara en la que vivía la familia cuenta con cámaras de vigilancia y una barrera de seguridad con vigilantes jurados las 24 horas, que registraron los movimientos de quienes accedieron esa noche a la zona.

Fue Yeray, el otro hijo del matrimonio el que alertó de lo sucedido a Emergencias tras regresar de fiesta a las 3.32 de la madrugada y encontrarse un incendio en su casa. Cuando los bomberos lograron sofocar las llamas más de una hora y media después hallaron los tres cuerpos en dos zonas distintas de la vivienda, situada en la calle Fuente Valdoma. Los tres habían sido apuñalados. El cadáver de Laura fue hallado en las escaleras de acceso a la planta superior por lo que se cree que trató de escapar de los asesinos.

La madre llamó al 112

El 112 recibió esa misma madrugada una llamada de la madre en la que alertó de que había escuchado ruidos en la casa y sospechaba que alguien había entrado a robar. No ha trascendido si Policía Local, vigilantes o Guardia Civil llegaron a trasladarse a la vivienda, un chalé unifamiliar en una zona alejada del núcleo urbano de Chiloeches y de fácil acceso desde el exterior. Si lo hicieron, llegaron casi al mismo tiempo que el hijo pero no pudieron entrar por el fuego.

Esta mañana el hijo de 21 años ha estado en la casa incendiada acomnpañando a la Guardia Civil que investiga el triple crimen.

Todos los indicios apuntan al robo en la vivienda, a la que tuvieron que llegar en coche y contar con información de primera mano. Los detenidos son personas cercanas al exnovio de Laura, de quien tenía una orden de alejamiento. Este hombre, que no está entre los arrestados, cuenta de hecho con antecedentes por robo.