Quemar calorías de verdad: caminar "a lo Rajoy" es mejor que ir de paseo
Dos estudios publicados en 2022 en las revistas JAMA Internal Medicine y JAMA Neurology analizaron cuál era el ritmo de pasos por minuto de los 30 minutos con mayor actividad diaria de los participantes. Los investigadores descubrieron que las personas con un ritmo promedio más alto (entre 80 y 100 pasos por minuto) tenían mejores resultados de salud en comparación con las que caminaban una cantidad similar cada día, pero a un ritmo más lento.
Los "caminantes enérgicos" tenían un 35% menos de riesgo de morir, un 25 % menos de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca o un cáncer y un 30 % menos de desarrollar demencia, casi nada. Por concretar: ¿cuánto tiempo conviene andar rápido? Si una persona, en su total de pasos diarios, incluye entre 2.400 y 3.000 de caminata enérgica, puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, cáncer y demencia.
¿La teoría de los 10.000 pasos es cierta?
Un reciente metaanálisis en el que se revisaron 15 estudios realizados en más de 47.000 adultos respalda la creencia popular de que dar 10.000 pasos al día es beneficioso para la salud. Los participantes que daban en promedio 10.901 pasos al día disminuían en un 53% su riesgo de muerte prematura por cualquier causa, en comparación con los que solo daban 3.553 pasos.
Además, incluso los que no alcanzaban la cifra de 10.000 pasos diarios, pero se situaban en un rango de 5.800 a 7.800 pasos, mantenían un riesgo de muerte reducido en un 40-45 % en comparación con los que daban menos pasos.
¿Andar es suficiente?
Aunque caminar es una actividad muy beneficiosa para el cuerpo y la mente (nos ayuda a mantenernos activos y contribuye a prevenir numerosas enfermedades) técnicamente no se considera ejercicio físico. En palabras del profesor de fisiología Jorge Roig: "Caminar está bien para no estar mal, pero no sirve para estar bien".
Si queremos conseguir los beneficios del ejercicio aeróbico, es necesario realizar prácticas de mayor intensidad. Y tranquilos todos porque no es imprescindible correr.
Podemos nadar, montar en bici, en una elíptica, remar, jugar al tenis o realizar otros ejercicios aeróbicos en casa o en el gimnasio. Si lo que queremos es ganar músculo y que las superkinas corran por nuestras venas, tendremos que entregar nuestro cuerpo y alma a entrenar la fuerza.