El día que Toni Nadal se durmió viendo a Rafa Nadal y la anécdota de la histórica final de Wimbledon: «No voy a perder»
El 6 de julio de 2008 Rafael Nadal y Roger Federer protagonizaron el conocido como Partido del Siglo en la pista central de Wimbledon que acabó con el triunfo del extenista balar por 6-4 6-4 6-7 6-7 y 9-7 tras 4 horas y 48 minutos de un auténtico partidazo.
«Fueron las peores horas que he pasado en mi vida dentro de una pista de tenis. Este partido cambiaba la historia», cuenta Toni Nadal, exentrenador y mentor del manacorí en una larga entrevista con el exitoso podcast de 'Nude Project', en la que reconoce que fue una dificultad para el jugador: «Fui exigente, a veces demasiado duro, creo en la dureza como un medio no como un fin».
«Entendió siempre el deporte, y mantuvo una alta exigencia en toda su carrera»
Toni Nadal
Ex entrenador de Rafa Nadal
Figura clave en el ascenso de la leyenda del tenis español, ya que le acompañó durante casi tres décadas en su camino hacia los 22 títulos de Grand Slam, quien ahora ejerce de conferenciante con charlas dirigidas a entrenadores, jóvenes y empresas, expone algunos hechos anecdóticos de lo acontecido esa tarde en el All England Club entre dos estilos contrapuestos, con una rivalidad histórica tan prolongada que les llevó a compartir innumerables momentos juntos, y a forjar una bonita relación de amistad.
El duelo se disputó un mes después de que Nadal venciera con comodidad a Roger Federer en la final de Roland Garros - el cuarto título en la arcilla gala para el balear. «Veníamos de derrotar a Federer fácilmente; él era el número uno y Rafael el dos. Este partido cambiaba esa posición», describe Toni Nadal, que rememora como su sobrino se adelantó dos sets a cero y perdió por poco el tercero, que llegó al tie-break. «Hubo muchas interrupciones en el cuarto sets, hubo lluvia...fruto de la tensión que yo tenía me quedé dormido un rato», desvela el exentrenador de Nadal.
«Yo no voy a fallar», las palabras de Nadal, dignas de un gran campeón
La lluvia, tan imprevisible como londinense, quiso ser protagonista en Wimbledon, y provocó alguna que otra interrupción, por lo que el partido se alargó más de la cuenta, aunque eso esí, el agua no borró el recuerdo de un partido memorable. Un duelo que concluyó a las 21:15 de la noche tras casi cinco horas de intenso partido.
«Nadal pasó de dominar a verse muy igualado, en la última interrupción hablé con mi sobrino, y le dije mira no pienses en las oportunidades perdidas, intenta hacer un esfuerzo para llegar al 4-4 y Dios decidirá, será una cuestión de suerte», apunta en la entrevista el expreparador balear, que narra cómo Nadal perdió la oportunidad de varios match point durante el envite.
«Tranquilo, que yo no voy a perder. A lo mejor Federer me va a ganar pero yo no voy a fallar, yo no voy a perder. Y si Federer me gana, el año que viene voy a volver a estar aquí y voy a ganar». Unas palabras dignas de un campeón. «Él responde así por educación, por como se formó y cómo entendió siempre el deporte; mantuvo una alta exigencia en toda su carrera», finaliza.
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