Macron, en el inicio de los fastos por el Día D: "Estamos dispuestos a hacer los mismos sacrificios para defender lo que más amamos"
Una Europa amenazada por la guerra festeja desde hoy y hasta el viernes la llegada de la paz al continente, hace ya 80 años. Francia, Europa y EEUU conmemoran el aniversario del Desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944, que supuso el comienzo de la liberación del yugo fascista de la Europa ocupada. Se acercaba el fin de la guerra.
En estos fastos, dominados por la guerra en Ucrania y el temor a que el conflicto militar se extienda, no estará Rusia, que sí estuvo presente en las conmemoraciones de hace 10 años y que fue clave en la lucha contra los nazis. Sí participará Volodimir Zelenski, así como el presidente estadounidense, Joe Biden, que ha llegado a París esta mañana. Irán también el rey de Inglaterra, Carlos III, y jefes de Estado y de Gobierno de una quincena de países.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha presidido esta mañana el primero de todos los actos previstos, que tendrán su clímax este jueves, el Día D, en la playa de Omaha. Aquel 6 de junio, a lo largo de sus ocho kilómetros de costa y bajo el fuego enemigo, las lanchas de los aliados fueron avanzando para hacerse con este enclave, fuertemente defendido por los alemanes, para lograr una cabeza de puente que permitiera realizar el desembarco anfibio más grande de la historia bélica.
El homenaje a los participantes en la epopeya durará tres días. "A medida que aumentan los peligros (...) al igual que los militantes de la resistencia, estamos dispuestos a hacer los mismos sacrificios para defender lo que más amamos: nuestra tierra de Francia y nuestros valores republicanos", ha dicho Macron en su primer discurso del día (ha dado tres) en Plumelec, en Bretaña. Allí ha recordado a los maquis bretones y los primeros paracaidistas de la Francia libre enrolados en el SAS, las fuerzas especiales británicas, que lanzaron en la noche del 5 al 6 de junio la operación Overlord.
A Macron le acompañaba el coronel Achille Muller, 99 años, uno de los primeros paracaidistas que participaron en la operación. "Si Francia fuera atacada mañana, tendrían que hacer lo mismo que nosotros", ha aconsejado a los jóvenes militares.
En este 80 aniversario participan unos 200 veteranos de guerra, testimonios únicos, nonagenarios. Algunos procedentes de EEUU llegaron a Francia el martes. Para muchos será su último aniversario. Como dice Le Monde en su editorial: "Con los últimos veteranos del Día D acaba una cierta idea del rol de América" en Europa, donde cada vez tiene menos influencia.
Joe Biden aprovechará su visita para reunirse con Zelenski y volverá a París el viernes, tras los actos normandos, para mantener un encuentro con Macron.
El momento más delicado de Europa
Esta conmemoración se produce en el momento más delicado que vive Europa desde la Guerra Fría. Tras dos años y medio de guerra de Ucrania, el conflicto va escalando poco a poco: los aliados han traspasado algunas líneas rojas iniciales, como la de permitir que Kiev ataque infraestructuras rusas con armamento occidental y Francia va a enviar al terreno instructores. Moscú ya ha advertido: ningún instructor francés tendrá inmunidad si hay un bombardeo o ataque.
A pesar del contexto, la ausencia de Rusia en las conmemoraciones ha sido objeto de controversia, por el papel que jugaron en la lucha contra el nazismo. Fueron los que más pérdidas humanas tuvieron: 20 millones de muertos. Sin embargo, "no se daban las condiciones para su presencia estos días en Normandía", señaló el Elíseo.
En Saint Lo (La Mancha) el presidente ha rendido homenaje a las víctimas civiles del desembarco. El 6 de junio, los aliados bombardearon la ciudad (tenía 10.000 habitantes) para evitar que los alemanes enviaran refuerzos a la costa. Los ataques para liberar Francia causaron más bajas civiles (unas 13.000) que militares en el propio desembarco, que fueron unas 10.000.
Muchos guardaron su mejor champán para descorchar cuando llegaran los aliados y murieron bajo sus bombas. Saint Lo es "capital de las ruinas" y "ejemplo de la Normandía del sacrificio", según Macron.
La organización de los fastos normandos por el Día D han sido muy criticados por la oposición a Macron, que considera que está politizando el evento a pocos días de las elecciones europeas. El Elíseo asegura que el Día D es el que es y no lo van a cambiar de sitio: "Tenemos tendencia a respetarlo".