Moraes ratifica el bloqueo de X en Brasil en la sesión donde se decide el futuro de la red social

Moraes ha recordado durante su voto que los responsables de la empresa desoyeron de forma «reiterada, consciente y voluntaria» cada una de las órdenes judiciales y multas que se le impusieron. Esto ha generado un «ambiente de total impunidad y una suerte de 'ciudad sin ley' en las redes sociales brasileñas», ha firmado el juez brasileño.

Así, Moraes acusa a la red social de Elon Musk de servir de altavoz en el país de «grupos extremistas y milicias digitales» para la «divulgación masiva» de discursos racistas, fascistas, de incitación al odio y antidemocráticos.

El juez ha lamentado que pese a los intentos del Supremo por ponerse en contacto con los responsables de la compañía, así como por concederles «todas las oportunidades» para cumplir con las órdenes judiciales y solventar las multas, ha sido imposible debido a la falta de interés de la otra parte.

«La conducta ilícita de Twitter International Unlimited Company y de X en Brasil por medio de declaraciones de su principal accionista extranjero, Musk pretende continuar incentivando las publicaciones con discursos extremistas, de odio y antidemocrático, e intentar separarlos del control judicial», apunta.

El resto del pleno tiene todo la jornada de este lunes para emitir su voto. A Moraes le ha seguido el del juez Flávio Dino, quien también ha votado a favor de continuar con el bloqueo de la red social. Quedan por hacerlo Cármen Lúcia Antunes, Cristiano Zanin y Luiz Fux, apuntan medios brasileños.

«La libertad de expresión es un derecho fundamental que está ligado de manera umbilical al deber de responsabilidad. El primero no existe sin el segundo y viceversa», ha señalado Dino, quien ha reprochado a la empresa querer situarse «por encima de la ley» al haber desobedecido las anteriores decisión judiciales.

La orden de bloqueo fue dada por Moraes el pasado viernes, con una alerta a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) para que comunicara a más de 20.000 empresas del sector que debían impedir a sus usuarios acceder a X. Algunas compañías como Starlink, del propio Musk, ya han adelantado que no acatarán la medida.