Yolanda Díaz promete guerra contra la opa de BBVA: «No se puede hacer en contra de todos los actores democráticos»
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La CNMC acaba de hacer público su extenso informe en base al cual aprueba con compromisos pactados la opa de BBVA. Casi 190 páginas que condensan un expediente de más de 11.000 folios. Aparte de mostrar en el documento los argumentos de competencia sobre la operación, en el documento se revelan también las aportaciones del resto del sector.
La institución dirigida por Cani Fernández hizo dos test de mercado durante su análisis en los que se preguntó a bancos, patronales, asociaciones de consumidores, etc. sobre la operación. Unos resultados que, en gran medida, han sido incorporados al informe. Es ahí donde los competidores han desvelado sus cartas.
«La totalidad de entidades bancarias tradicionales encuestadas en el test de mercado ha manifestado que consideran que existe un nivel de competencia elevado y suficiente en el mercado de banca minorista en España y que ellas mismas tienen la capacidad y estarían dispuestas a captar clientes descontentos de la entidad resultante tras la concentración», recoge el informe. Esta manifestación ha sido realizada por Abanca, Bankinter, Caixabank, Cajamar, Deutsche Bank, Ibercaja, Kutxabank, Santander y otra entidad que se mantiene como «confidencial».
En este punto se están refiriendo a lo que se llama banca minorista, es decir, la banca de particulares. Cuentas corrientes, depósitos, seguros... los servicios bancarios más habituales que se prestan a los consumidores. Así las cosas, lo cierto es que en todas las operaciones de concentración se acaban perdiendo clientes y acaban beneficiándose el resto de competidores.
De esta manera, los competidores de BBVA afilan sus cuchillos de cara a si se produce finalmente la operación, la cual todavía es una incógnita ya que está pendiente de la intervención del Gobierno. El Ejecutivo tiene la opa sobre su mesa y tiene hasta el 26 de junio para decidir cómo endurecer las condiciones para el banco vasco.
No solo apuntan el resto de bancos al segmento de particulares sino también al de pymes. «Algunas entidades bancarias consideraron en sus respuestas al test de mercado que las necesidades de diversificación de las pymes tras la concentración podrían ser satisfechas por otros operadores», dice el informe. Esto fue contestado, entre otras, por Abanca, Banca March, Banco Cooperativo Español, Bankinter, Caixabank, Cajamar, Kutxabank y Santander.
Precisamente el segmento de pymes es uno de los más problemáticos en esta operación. El Sabadell se quejaba de que si triunfa la opa, se perdería un actor fundamental en este negocio y se reduciría el crédito a estas empresas. Sin embargo, la CNMC solo cree este riesgo como «limitado» y que se salva con los compromisos pactados con BBVA.
Competencia no considera que el Sabadell sea un banco «insustituible» en este segmento y, de hecho, apunta a que ha perdido cuota de mercado tanto a nivel nacional como en las regiones problemáticas como Cataluña o Comunidad Valenciana. La institución, asimismo, recalca que el hueco que pudiera dejar la entidad catalana es susceptible de ser rellenado por otros actores del mercado, igual que piensa la banca. «No se puede considerar que la entidad adquirida sea un operador fundamental e insustituible en estos mercados regionales, ni puede aceptarse que los operadores medianos y pequeños supongan una presión competitiva limitada», indica la CNMC.
Y en todo ello también habrá que tener en cuenta a los neobancos tipo Revolut o N26 que cada vez ganan más clientes y aunque todavía no están en el negocio de pymes, sí podrían llegar a entrar. «La evolución de la oferta de los neobancos y el porcentaje de nuevos clientes que representan sugieren que serán competitivos, también en el segmento pymes», añade Competencia.