No hay mejor tributo, para un alma tabernaria como la suya, que intentar volver a poner en valor un concepto tan castizo como el bar-cervecería. Así reza en el letrero del chaflán de un local en el que reina una barra que recuerda a las antiguas de estaño –que conservan muy pocos en Madrid–.
En ellas, repica el doble de cerveza que acompaña una carta de tapeo en la que se recoge buena parte del legado de la casa madre. Este también está presente en Bar Bar H Emblemático, asimismo gestionado por los hermanos.
Laterío fino, charcutería selecta, quesos, salazones, variantes y encurtidos arrancan una carta para compartir en esa barra o en alguna de sus mesas altas. Para acompañar con unas patatas fritas cuentan con unos buenos mejillones en salsa gallega (9,5 euros) y otros picantes en escabeche (13); navajas en aceite de oliva (16,9) o anchoas gran reserva (19,9).
Se pueden pedir 'guarniciones' para acompañar: pan con tomate (3,9) o piparras y aceitunas (3,75). Merece la pena probar su tabla variada (26) con embutidos poco conocidos como el saltufo –salami trufado cubierto de Parmigiano Reggiano–, rillet de oca, butifarra con setas y quesos de Madrid.
Martín Tostón
- Qué pedir: la tabla de charcutería y quesos; el carpaccio de vaca, los tomates aliñados o los callos.
- Perfecto para: ir de cañas.
- Precio de la caña: 3 euros (doble 4,5).
- Precio de la ensaladilla: 11 euros.
- Dirección: Castelló, 112.
Martín Tostón recupera el canapé y el pincho –de salmón, de huevas de maruca, de pringá– y cuenta también con bocados actuales como un par de brioches –de sardina ahumada (9,5) y de carrillera de ternera (11,5)–. Pocas modas.
Hay algunas verduras bien tratadas como los puerros confitados con salsa de espárrago (16,9) y sus tomates con dos aliños (8,9) que llevan los apellidos de su padre. En la cocina fría, destaca su carpaccio de vaca con parmesano y aceite picante (23). En la caliente, imprescindibles sus callos (19,9) y los chipirones en salsa (19). Además de cerveza, hay una breve carta de vinos con algunas referencias internacionales. Si hay hueco para el postre, cuentan con un flan muy bien hecho al que rallan una pizca de queso azul (8 euros).