Radiografía de la narcosala de la Cañada, refugio contra sobredosis

Aquella iniciativa, pionera en España y recomendada por la estrategia contra la droga de la Unión Europea en reducción del daño pereció el 31 de diciembre de 2011: se la llevaron la crisis económica (y sus recortes presupuestarios) y el propio languidecimiento del que hasta entonces era el mayor hipermercado de sustancias, junto a Mercamadrid, ya extinto y convertido ahora en el barrio de Valdecarros.

La Cañada Real, también en Villa de Vallecas, mucho más grande, fue el nuevo destino de los clanes de la droga y de sus compradores. Por eso ahora, a partir del 1 de octubre próximo, Madrid Salud, organismo en este caso del Ayuntamiento, quiere poner en funcionamiento un recurso muy similar, pero con un punto de partida más amplio y ambicioso.

Que quienes acudan al nuevo espacio puedan consumir por vía parenteral supervisados y evitar sobredosis y más infecciones; pero también, aprovechando que estará junto al centro de reducción del daño –contiguo a la parroquia de Santo Domingo de la Calzada, en el victimizadísimo sector 6–, fidelizar a estos pacientes en la concurrencia a talleres que ya se imparten. Y que, así, entren en la rueda de el resto de ayudas que allí ofrecen los técnicos de Madrid Salud. Una integración entre centros que dé sentido circular y real a esta nueva sala de prevención de sobredosis.

Jeringuillas usadas, tiradas en el poblado josé alfonso

Si atendemos a las cifras de la memoria de 2023, se entiende mejor esta estrategia. De las 503 personas que pasaron por el recurso de la Cañada Real (activo desde 2019 y cuyo contrato hay que renovar desde el 1 de octubre), casi 400 eran nuevas, y de forma continuada acuden unas 130. Cabe recordar que la toxicomanía es una enfermedad mental que, en muchos casos, presenta patologías duales, como detalla a ABC Beatriz Mesías, subdirectora general del Área de Adicciones de Madrid Salud.

En total, han sido 24.324 usos en un año de la zona de descanso, de lectura y lavandería. El 83% residen en la Cañada de forma permanente, siendo en su mayoría hombres de origen nacional (79,9%). El resto mujeres (19,8%) y una persona trans (0,3%). La franja de edad principal es de entre 26 a 45 años (64%), seguida de la de 46-65 años (34%) y, en último lugar, de 18-25 años (2%).

El recurso actual en el poblado, de Madrid Salud ABC

El 41% presentan patología dual, predominando el trastorno de personalidad (40%). En relación con el lugar de residencia, hay 162 personas que residen en la Cañada Real de forma permanente o durante un espacio prolongado. El 75% son de nacionalidad española y la mayoría policonsumidores (el 40%, de cocaína y heroína). Y aquí viene el dato más interesante a efectos del próximo recurso: el 23% se droga por vía parenteral, alrededor de un centenar de personas; es decir, que se inyecta. El 15% tiene VIH.

Ese es el público diana, teniendo en cuenta que la cifra puede ser mayor o menor, según se consolide el servicio entre sus usuarios, al que va dirigida la sala de prevención de sobredosis. En Madrid Salud consideran que el término narcosala puede estigmatizar y llevar a malos entendidos.

Evolución de personas

atendidas

Totales anuales

586

556

523

490

234

2019

2020

2021

2022

2023

Fuente: Madrid Salud / ABC

Evolución de personas atendidas

Totales anuales

586

556

523

490

234

2019

2020

2021

2022

2023

Fuente: Madrid Salud / ABC

«Lo que se va a hacer es actualizar el contrato, mejorarlo e incrementarlo. Queremos implementar más personal médico, de enfermería y monitores. Como veíamos la posibilidad, planteamos este nuevo recurso, pero que es algo complementario al trabajo del centro que tenemos en la Cañada», precisa Mesías, una profesional con tres décadas a sus espaldas en trabajos relacionados con la prevención y tratamientos para drogodependientes.

«Ese tipo de consumo es el más peligroso que hay. Allí se observará cómo prepara la zona de inyección, cómo la higieniza, cómo se inyecta, cómo se recupera. Y, al mismo tiempo, pretendemos fidelizarlos, para entender que deben cambiar de vía de suministración y, a la vez, que ellos mismos consigan el efecto bola de nieve, para que formen a otros enfermos sobre cómo hacerlo de manera segura. En lugares como Cataluña y País Vasco también existe este recurso», añade Mesías.

Hay una franja de pacientes que no accederían nunca al resto de servicios, que van a estar allí al lado, si no existiera esta estrategia. Cuando cerró hace 13 años la narcosala de Las Barranquillas, poblado por el que pasaban a diario 5.000 drogodependientes, se hizo el siguiente balance: mientras que en 2001 se entregaron 2,3 millones de jeringuillas, en 2006 fueron la mitad y en aquel 2011, un 30% de las de la época de mayor auge. Ocho de cada diez se entregaban ya en otros recursos públicos.

En cuanto al balance de 2023 del centro de reducción del daño de la Cañada Real, en total, se han realizado 25.979 dispensaciones de alimentación. Para la mayoría son las únicas comidas cocinadas que ingieren. También se llevaron a cabo 14.981 servicios de ducha y lavandería; 3.865 servicios de ropero, y se han entregado 194 mantas, 25 sacos de dormir y seis tiendas de campaña.

Red de centros

La red de Adicciones de Madrid Salud cuenta con siete Centros de Atención a las Adicciones (CAD) de titularidad municipal y tres concertados (CCAD), que desarrollan una atención interdisciplinar (biopsicosocial) especializada, con el foco puesto en la persona que tiene una adicción o está en riesgo de desarrollarla, en vez de hacerlo en la sustancia u objeto que se consume. Existen una serie de servicios de detección y captación que ponen el énfasis en los colectivos más vulnerables, con mayor dificultad de cambio o con más dificultades de acceso a la red, llevando a cabo programas de reducción del daño dirigidos a las personas con consumo activo, como este que se anuncia ahora.

También existen recursos especializados de apoyo al tratamiento y a la reinserción (pisos, plazas en comunidad terapéutica, centro hospitalario de patología dual); y se realiza un esfuerzo muy importante para reinsertar a las personas atendidas, impulsando las actividades formativas y prelaborales con un servicio de orientación específico.

La narcosala de Las Barranquillas ABC

La red de reducción del daño dispone, por un lado, de un centro de atención básica sociosanitaria, en el centro de Madrid; la unidad móvil Madroño, que permite desarrollar prospecciones en diferentes zonas, así como la captación e intervención en medio abierto. Oferta programas de tratamiento de agonistas opiáceos (metadona) permitiendo incorporar al tratamiento a personas que, por su situación, no acceden a otros centros de la red. Atiende unas 400 personas al año.

Luego están los servicios de atención en proximidad, localizados en Simancas-Parque Paraíso (San Blas-Canillejas), Caño Roto (Latina), Embajadores, Villa de Vallecas y Villaverde (San Cristóbal de los Ángeles y Marconi). Están dirigidos a la captación proactiva de personas adictas que mantienen consumos de sustancias en espacios públicos. Se les ofertan alternativas ocupacionales o de ocio saludable que les alejen de los ambientes y circuitos de consumo de sustancias, con el objetivo de mejorar su integración en el barrio y como consecuencia el entorno vecinal.

Y el mencionado centro de atención psicosocial de la Cañada Real, con 503 usuarios el año pasado. Finalmente, hay un programa de intervención y mediación intercultural para extranjeros, llamado Istmo, para acercar a la red municipal de atención a las adicciones a esta población con problemas de adicción al alcohol, otras drogas de abuso y adicciones comportamentales como el juego.