Alexia abandona la concentración de España por molestias en una rodilla
La jugadora del Barcelona fue examinada por los servicios médicos de la selección y se perderá los partidos ante Italia y Suecia
-¿Qué significaría para este equipo acudir por primera vez a unos Juegos?
-Sería muy gratificante No puedes aspirar a más como futbolista. Todas queremos estar representando a nuestro país. Ojalá podamos hacer algo grande.
-¿Cómo ha vivido pasar de ser suplente en el Barcelona y la selección a ser titular con un papel fundamental?
-Consiste en esperar tu oportunidad. Mi oportunidad llegó, intenté aprovecharla y es lo que estoy tratando de hacer. Siempre hay que estar preparada para jugar, para darlo todo. He entrenado para eso, para que algún día me llegara la oportunidad. Yo sigo igual, entrenando a tope, tanto si juego como si no. Eso es lo que se tiene que hacer.
-¿Cómo se gestionan tantos meses como suplente?
-No es fácil. Yo salgo de Mallorca jugando todo, me voy a Sevilla cedida y juego la mayoría de partidos y, cuando llegas al Barça, pasas de jugar durante toda tu vida a no jugar nada. Primero piensas que te va a llegar la oportunidad y sigues trabajando. Pero llega un momento que es frustrante porque ves que no te llega. Ahí es cuando tienes que seguir picando piedra, siendo constante y, al final, todo llega. Si trabajas, todo llega. Mentalmente es duro ver cómo cada fin de semana te quedas en el banquillo, pero creo que también es un aprendizaje muy importante en la vida.
-Después de tantos meses convulsos, ¿qué ha cambiado tanto dentro como fuera del campo?
-Estamos con confianza, que es algo importantísimo. Estamos en confianza con ellos [la RFEF] y eso en el fútbol es fundamental. Se están viendo cambios. Ahora está Markel [Zubizarreta], a quien conozco del Barça y es un tío de diez. Ves que van cambiando cosas, se está profesionalizando y es de agradecer. Vamos por buen camino y ojalá siga así.
-Usted no formó parte de las 15 amotinadas iniciales. ¿Cómo se vivió la convivencia con ellas en el vestuario del Barcelona?
-Lo hemos dicho muchas veces. Era una opinión personal y, si tú respetas el no ir a la selección, también vas a respetar que yo vaya. Con mis compañeras no he tenido nunca ningún problema. Yo he respetado su decisión igual que ellas han respetado la mía.
-¿Por qué no podía continuar Jorge Vilda como seleccionador?
-Esas preguntas se deberían hacer a los de arriba. Nosotras jugamos al fútbol. Yo creo que tenía que haber un cambio porque, cuando llevas muchos años con un mismo entrenador, siendo jugadora te cansas. Creo que es algo lógico y que tenía que haber un cambio de estructura y de todo para volver a jugar y tener una confianza plena en alguien.
-¿Existe esa confianza en Montse Tomé?
-Sí, yo creo que sí. Al final se está notando. En la Nations League estamos jugando bien y haciendo un buen fútbol. Ahora está Montse, pues toca creer en lo que dice y confiar en ella.
-Asegura que las jugadoras habían perdido la confianza en Vilda. Pero su sustituta ya estaba, era su segunda entrenadora desde 2018. ¿Los cambios no le debían afectar también a ella?
-Puede ser. Yo no tengo el poder de decisión en eso. ¿Puede ser? Pues sí. ¿A lo mejor han creído que ese cambio estaba bien? Pues también. Al final nosotras no podemos hacer nada. Si está aquí es porque se merece estar aquí o porque hace bien su trabajo.
-¿Cómo fue el trato de Luis Rubiales con usted?
-Yo fui de rebote al Mundial, hacía muchísimo tiempo que no venía con la selección. Hubo cosas inaceptables que se vieron y en ese tema no hay más que hablar. Le estuvimos dando mucha bola, creo que innecesaria. Todas hemos vivido cosas y creo que es innecesario darle más bola.
-¿Cómo es el ambiente ahora en el vestuario?
-Hay que normalizarlo, estando bien y dejando el pasado atrás para disfrutar de lo que hicimos, que es ganar un Mundial. Parece que son más importantes otras cosas. No, lo importante es que hemos ganado el Mundial y hemos hecho historia. Y, al final, estamos disfrutando de los partidos y de las victorias.
-¿La relación entre Aitana Bonmatí y Alexia Putellas es tan fría como se ve desde fuera?
-Se especula mucho. Son compañeras de equipo, se entienden jugando y ya está. Yo creo que no necesitas ser la mejor amiga de alguien. Que yo tenga más conexión con unas que con otras no significa que con otra persona esté fría, simplemente hay conexión con unas y con otras no. Las dos son top mundiales y entre ellas se hacen buenas, sobre todo.
-¿La portería es la posición más débil del fútbol femenino?
-Eso es un tópico. Creo que la posición de portero en sí es muy difícil. Sabes que juegas o no juegas, eso es así. Si sales titular sabes que vas a jugar los 90 minutos. Es una posición muy dura, sobre todo mentalmente. Pero te juntas mucho con las porteras y haces un buen equipo.
-¿Por qué los tiros por alto complican mucho a las porteras?
-Sí, eso al final es verdad. Las mujeres de la selección española no somos muy altas y eso es así. Pero yo creo que tenemos otros muchos factores. Por ejemplo, en el juego con los pies nadie nos gana. Al final, de una cosa tienes menos, pero de otra tienes más. Es verdad que siempre hemos sufrido un poco por arriba, pero bueno, se está mejorando.
-Con su excelente juego con los pies, ¿por qué optó por la portería?
-Tenía 10 o 12 años. Jugaba de central y se me daba muy bien, pero un día se me cruzaron los cables y le dije a mi padre que quería ser portera. Él me decía que no, que lo hacía muy bien de jugadora. No sé si de jugadora hubiera salido bien, pero de portera, me ha salido bastante bien.
-Es una guardameta que arriesga mucho en salida de balón. Hace dos semanas, incluso se atrevió a tirar un caño a una delantera del Benfica en su área. ¿Cómo consigue ese temple?
-Hay que decir que esa jugada fue suerte, me quería matar todo el mundo. Me preguntan: ¿cómo te atreves? Es algo que no pienso. No veo otra opción y me sale hacerlo solo. No te voy a decir que está bien, porque es mejor tener otra solución. Pero no es algo que piense y medite, sino que me sale impulsivamente.
-En el Barcelona se está rotando en la portería con Sandra Paños. ¿Cómo se gestiona compartir la titularidad?
-Trabajamos las dos muy bien, al cien por cien. Al final, no son decisiones nuestras, son decisiones técnicas donde no puedes hacer nada. Yo me llevo muy bien con Paños y lo que tenemos es una competición sana. Es obvio que todo el mundo quiere jugar, pero nosotras trabajamos y quien tenga que jugar será decisión del míster.
-¿Cómo se vive desde dentro la condición de inalcanzable que tiene el Barcelona en el fútbol español?
-Somos un club y un equipo muy inconformista. Siempre queremos más, si cada partido lo ganamos de más goles, mejor. Eso es lo que nos hace ser mejores, que somos muy ambiciosas. En un entrenamiento nuestro hay muchísima más intensidad que en algunos partidos y eso se nota. Habrá algún día que todo se iguale, de hecho, cada vez está más igualado. Pero sí, somos un equipo muy ambicioso. Siempre queremos más.
-Después de proclamarse campeona del mundo, de Liga y de Champions en apenas unos meses. ¿Cómo se mantiene la ambición?
-Influyen mucho los entrenadores y la intensidad de los entrenamientos, que cada año son más intensos. Eso hace que tu nivel no baje, sino que suba o, al menos, se mantenga. Mentalmente, nos hace ser ambiciosas y entrenando nos contagiamos unas de la otras. Somos muy competitivas y eso se nota.