La investigación, presentada en el XIV Congreso Gesida, que se celebra en La Coruña, confirma que las ITS se dan en edades precoces y la mayoría de ellas, aunque por poca diferencia, en hombres. De la muestra de 529 casos detectados entre 2018 y 2022 en estos centros, un 4% (20 casos) se dieron en menores de 15 años, el 33% (176 casos) en adolescentes de entre 15 y 17 años y la mayoría, un 63% (33) en adolescentes tardíos, de entre 18 y 19 años.
Casi el 53% de los casos fueron diagnosticados en hombres. Aunque en un 30% no se informó sobre la orientación sexual, el 40% aseguró ser heterosexual, el 20% homosexual y el 3% bisexual.
En el 17% de los diagnósticos hubo al menos una coinfección, según arrojan los datos de la investigación. Las enfermedades más detectadas en hombres fueron VIH, sífilis y gonorrea, mientras que en mujeres predominaron el virus herpes simple (VHS), el microplasma genital y la clamidia. El VIH se diagnosticó con más frecuencia en homosexuales (57,6% de los casos), mientras que la clamidia y el VHS en heterosexuales (58% y 75% de los casos).
Detectados en Atención Primaria
La mayoría de las ITS se detectaron en Atención Primaria (el 44% de los casos), pero también se vieron en atención hospitalaria (43%) y, en menor medida, en centros de referencia de ITS (10%).
La investigación dio para hacer un análisis en los mismos centros y analizar las posibles mejoras en los diagnósticos. Los autores del estudio concluyeron que es necesario un refuerzo en la formación del personal sanitario para la atención de adolescentes con sospecha de ITS.
En concreto, el estudio muestra que en un 12,8% de los diagnósticos de ITS no se registró ningún tratamiento y en un 27% el tratamiento fue inadecuado. En la mayoría estos hechos se dieron en casos de sífilis. En general, el tratamiento fue inadecuado en uno de cada 4 casos de ITS, en uno de cada tres de sífilis y en uno de cada 5 de clamidia y gonorrea.
En el análisis también se vio que el cribado para buscar la coinfección se lleva a cabo de forma minoritaria, pese a que en el 17% de los casos se detectó su existencia. Al 43% de los adolescentes con VHS, clamidia, gonorrea o microplasma genital no se les hizo un cribado para ver si tenían otras ITS. Al 70% de los pacientes de sífilis o VIH tampoco se les realizó.