El presidente de los obispos espera poner en marcha la comisión de reparación de abusos antes de verano>
Argüello ha explicado en Roma que «las líneas generales de este plan ya se conocen, pero falta que sea aprobado convenientemente en la próxima reunión de la Conferencia Episcopal». Ha adelantado que se trata de «una normativa y de la creación de una comisión asesora formada por profesionales tanto del mundo del Derecho, como de la Psicología, de la Psiquiatría, del acompañamiento espiritual». «Pensamos que esta comisión, a la que puedan acudir las diócesis y las congregaciones religiosas, pero también víctimas, puede estar en funcionamiento en este verano», ha añadido.
Preguntado sobre eventuales «indemnizaciones», ha respondido que éstas «las fijan los tribunales». «Cuando nosotros hablamos de reparación, hablamos de 'reparación integral'. Y evidentemente, ésta supone también el coste que esa reparación integral pueda llevar consigo», ha subrayado. Ha apuntado que «una cosa es una sanción administrativa o penal, que de hecho ya se está realizando en las sentencias canónicas y civiles, y otra, una reparación integral que afecte a daños morales, a daños psíquicos, a la necesidad de terapias, que sin duda ninguna tienen una repercusión económica».
«La línea que está actuando la Iglesia es más grande que solo la judicial, pues nuestro arco de actuación es más amplio y también exige más tiempo, y no se limita a lo último que tengamos o los últimos datos», le ha hecho eco el cardenal Cobo. «En la Iglesia española llevamos unos años, primero, trabajando intensamente en la educación y la prevención intensamente. También es importante respetar el ritmo de las víctimas, que no siempre denuncian inmediatamente; y después, en tercer lugar, toda la reparación judicial», ha explicado.
«Queremos dar este paso nosotros e invitar también a la sociedad española y a los responsables políticos a que pueda abordarse esta situación también en diversos campos en los que se producen abusos», solicitó Argüello.
Precisamente, el pasado 25 de abril, el ministro de presidencia Félix Bolaños aseguró que se ha iniciado un diálogo con representantes de la Iglesia católica para que «sufraguen y asuman el coste de la reparación económica que ha de llevar a cabo con las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia». La Conferencia Episcopal sin embargo consideraba que el plan del gobierno «parte de un juicio condenatorio de toda la Iglesia, realizado sin ningún tipo de garantía jurídica, un señalamiento público y discriminatorio por parte del Estado. Al centrarse sólo en la Iglesia católica, aborda únicamente una parte del problema».
En Roma, Argüello ha adelantado que el plan de reparación se une al de «prevención», que está suponiendo que cientos de miles de sacerdotes, de catequistas de agentes de pastoral reciban formación específica». Por eso, también ha invitado a las víctimas a «acudir a los servicios de acogida que tenemos en cada una de las diócesis españolas y en centenares de congregaciones religiosas».
«Creo humildemente que siempre todo es mejorable pero desde que el Papa Francisco convocó a los presidentes de las Conferencias Episcopales en 2019, entonces vino Ricardo Blázquez, mi queridísimo antecesor en la diócesis de Valladolid y en la presidencia de la Conferencia Episcopal, la Iglesia española dio un giro y quiere poder acoger a cada víctima, a cada situación, ya sea casos de ahora, que hay procedimientos de colaboración con la Fiscalía y con los jueces, ya sea casos de hace decenios, en lo que abordar la situación y si es necesaria una reparación, poderla abordar también», ha resumido Argüello.
Tras el diálogo con el Papa, la cúpula de la CEE asegura que Francisco está «situado en la realidad española» y consideran que «la Iglesia tiene un papel fundamental como lugar de encuentro y de diálogo». «La Iglesia debe ayudar al entendimiento, hay que recoger la red que tenemos de presencia, de oportunidades de acercamiento, y construir allí donde estamos, tanto en el aspecto social, como en la posibilidad de poner mesa para que unos y otros entiendan», ha propuesto el cardenal Cobo.
Monjas de Belorado
Con el Papa no ha sido necesario hablar sobre el cisma de las monjas de Belorado, pues «no ha salido en la conversación», pero el presidente de los obispos españoles ha explicado que «apoyamos la medida tomada por la Santa Sede de nombrar al arzobispo de Burgos Mario Iceta como comisario Pontificio».
Argüello ha lamentado que la cuestión se haya llevado a «las autoridades judiciales» y se haya evitado «una solución de tipo pastoral dialogada, en la que sea posible el poder repensar las cosas por parte, al menos de algunas de las religiosas». «Ahora ya no hay otro remedio que abordar esa situación ya desde el punto de vista de una legislación civil», ha añadido.
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Sí que han recordado al Papa que sigue en pie la invitación a hacer una escala de unas horas en Canarias durante su eventual viaje a Argentina, previsto para noviembre o enero. «Ha acogido la invitación con afecto», ha confiado Cobo.