Israel prepara la operación terrestre en el sur del Líbano mientras golpea a los hutíes de Yemen

Mientras la Fuerza Aérea de Israel atacó este domingo a Hizbulá en Líbano, Hamas en Gaza y los hutíes en Yemen, los soldados desplegados en la frontera israelo-libanesa se preparan. Si no hay un acuerdo cosido por Estados Unidos y Francia, es posible que la pregunta hoy ya no sea si habrá incursión terrestre israelí en el sur del Líbano sino cuándo y cómo.

La cadena de golpes sin precedentes atestados a Hizbulá da alas a Israel a profundizar el daño a una milicia más debilitada que nunca tras liquidar a su cúpula incluyendo su líder Hasan Nasrala. Tras la operación que fulminó un pilar fundamental del eje de Irán y su principal pesadilla en el norte, el ejército israelí ultima los preparativos para una operación en tierra limitada contra posiciones de Hizbulá cerca de la frontera. El objetivo declarado es garantizar la vuelta de los habitantes del norte desplazados desde hace casi un año por los ataques desde Líbano.

El primer ministro Benjamin Netanyahu, que aún no ha tomado una decisión al respecto, se encuentra bajo una creciente presión de la Administración Biden para que sus tropas no crucen la línea divisoria. Según la cadena ABC citando dos fuentes estadounidenses, "operaciones terrestres a pequeña escala o movimientos fronterizos en Líbano para atacar posiciones de Hizbulá en la zona fronteriza empezaron o estaban a punto de empezar".

Los proyectiles y drones lanzados por Hizbulá se alternan con el movimiento de los cada vez más numerosos soldados y tanques. Sobre una eventual incursión, el mayor Doron Speilman se limita a decir: "El ejército está preparado para cualquier escenario". "Nosotros atacamos objetivos terroristas en Líbano en base a Inteligencia. Por desgracia los terroristas de Hizbulá se esconden en casas de civiles que usan para defenderse y esconder su arsenal", contesta a EL MUNDO en alusión a las críticas en la comunidad internacional por los incesantes bombardeos en el país árabe.

En Kiryat Shmona, ciudad semiabandonada desde que el pasado 8 de octubre Nasrala abrió el frente para desgastar a Israel en su apoyo a Hamas y Gaza, encontramos a Asaf. Como muchos en esta zona, considera que "la única forma de que vuelvan los desplazados y podamos vivir con seguridad es que el ejército entre y acabe con las amenazas de Hizbulá al otro lado de la frontera".

En la clase política israelí hay mayoría a favor de la incursión aunque sea limitada. Yair Golan, nuevo líder de la izquierda tras la unión de Meretz y el laborismo, visitó el kibutz de Kfar Giladi. "Desde esta cordillera se pueden ver las casas de El Edeise. Allí el ejército debe estar para que no haya amenaza de misiles antitanque en el kibutz. No se trata de un ataque o una presencia de 18 años en Líbano", declaró en alusión al largo periodo hasta la retirada militar en el 2000.

Inmerso en varios frentes, Israel anunció "el ataque contra objetivos militares pertenecientes al régimen terrorista de los hutíes en Ras Isa y Hodeidah incluyendo plantas de energía y un puerto marítimo, que los hutíes utilizaban para transferir armas iraníes a la región, además de suministros militares y petróleo".

No se trata solo de la respuesta a los últimos misiles balísticos de los hutíes contra Israel. Al enfatizar que el ataque fue efectuado "a 1.800 kilómetros de distancia", envía un mensaje a Irán ante sus avisos de represalia por la muerte de Nasrala y un oficial de la Guardia Revolucionaria iraní en el bombardeo del pasado viernes. "Los ataques de los sionistas fracasaron y no frenarán nuestras acciones", responde la milicia rebelde proiraní tras el ataque que causó 4 muertos.

En la esfera política, Netanyahu recibió una buena noticia. Su viejo aliado en Likud y rival en los últimos años, Gideon Saar, anunció su incorporación al Gobierno que contará ahora con 68 de los 120 diputados de la Knésset reduciendo la influencia del ministro ultranacionalista Itamar Ben Gvir.

Saar se opuso hace meses a la propuesta de tregua en Gaza, que hubiera permitido la liberación de los 101 secuestrados, y aboga por la contundencia contra Hamas y Hizbulá.