El cardenal Omella insiste tras la reunión de los obispos españoles con el Papa: «No nos ha convocado para hablar de abusos»>

La reunión en el Vaticano, de formato inédito, ha sido en cualquier caso extremamente relevante, pues la selección y preparación de los sacerdotes es decisiva para el futuro de la Iglesia y pone las bases. El cardenal de Barcelona ha bromeado y ha asegura que percibía más miedo por lo que diría el Papa «por parte de los periodistas que por parte de los obispos». «No nos ha convocado para hablar de los abusos», ha insistido.

«Hemos podido analizar algunos retos que afronta la Iglesia en nuestro país», había publicado el cardenal Juan José Omella nada más salir del encuentro. Ha explicado más tarde que se refería a que «bajo el prisma de los seminarios aparecen muchas cuestiones: la familia, la baja natalidad, los jóvenes, la práctica religiosa, etc. Específicamente no se han tratado esas cuestiones, que ya se abordaron en otros encuentros. Naturalmente nos preocupa a todos la realidad socio política y religiosa en España. Pero en la reunión no había tiempo para tratar otros temas», asegura. «A lo mejor tendrán que hacer una convocatoria para hablar de otros temas, como la gestión económica o los abusos, por nuestra parte, encantados», añadió el presidente de los obispos en tono informal durante una rueda de prensa en Roma.

La clave de la cumbre en el Vaticano era entregar a los obispos el informe preparado tras la «visita apostólica» a todos los seminarios españoles que el Papa Francisco encargó en noviembre del año pasado a los obispos uruguayos Arturo Eduardo Fajardo y Milton Luis Tróccoli, y que concluyeron en marzo del año pasado.

El Papa les ha indicado que reagrupen los seminarios para que estén formados por grupos más amplios de candidatos al sacerdocio, y que les ayuden a tener tres características: «cercanía con Jesucristo, estar enraizados en la realidad y en la cultura actual, y capaces de escucha y de discernimiento». Se dan un plazo de «más o menos tres años para aplicar las conclusiones», pero aseguran que es «un proceso continuo» que seguirá en marcha cuando pase ese plazo.

Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid, será el responsable de coordinar la reforma dentro de la Conferencia Episcopal Española. En la rueda de prensa ha aclarado también que con el Papa «no se ha tratado específicamente la cuestión de los abusos, aunque está incluida en la formación integral de los seminaristas. Se trata de que todo sacerdote sea una persona madura, libre, capaz de desarrollar una vida plena».

«Ha sido una reunión honda y concreta», ha asegurado a ABC el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. «Se han dado indicaciones muy concretas que ahora hay que acoger y seguir para hacer seminarios con comunidades formativas más amplias», ha añadido.

El cardenal Juan José Omella ha salido al paso de quienes le cuestionaban que todos los obispos españoles se hayan desplazado a Roma para esta cuestión. «Cuando hay que pensar juntos, dialogar, contrastar, no se puede hacer por videoconferencia, porque no es lo mismo», ha explicado. «Creedme que no había otra cosa detrás», ha insistido el purpurado. «Me alegro de haber venido a Roma, aunque me costado, pues nos ha dado mucho optimismo», se ha despedido.

Situación de los seminarios españoles

Según los datos que ha facilitado la propia Conferencia Episcopal, en España hay erigidos 86 seminarios, distribuidos en diversas casas de formación. Un número significativo si tenemos en cuenta que en la Iglesia española hay setenta diócesis (69 territoriales más la castrense) y lo habitual es que haya un centro de formación en cada una de estas demarcaciones eclesiales. En ese sentido, desde la CEE explican que, en esos 86 grupos de seminaristas, hay un seminario interdiocesano en Cataluña, 14 seminarios que acogen en sus casas de formación a seminaristas de otras diócesis, y 40 seminarios que acogen a sus propios seminaristas. Además, de éstos 40, 29 son de las diócesis y 15 son seminarios Redemptoris Mater, vinculados al Camino Neocatecumenal. «Hay también una comunidad de formación de una realidad eclesial de ámbito diocesano», añaden.

En ese sentido, hay que diferenciar entre esos 86 seminarios y los verdaderos centros de formación en que están agrupados los seminaristas, en muchos casos provenientes de otras diócesis o realidades eclesiales. En total serían «55 centros de formación españoles, además del Colegio internacional Bidasoa y el Centro de Formación Comillas», que son los que, según la CEE visitaron los dos obispos uruguayos. Una de las conclusiones del Dicasterio del Clero, sugerida aunque no confirmada en la rueda de prensa, es que ese número se reduzca todavía más y los seminaristas se agrupen en centros de formación de al menos una veintena de aspirantes al sacerdocio.