Karla Sofía Gascón: «Me da rabia cuando me llega un guion con una chica trans que se dedica a la prostitución»>

Invitada por la Academia de Cine a un encuentro abierto al público dentro de su Campus de Verano en Valencia, la actriz agradeció, lo primero, poder sentarse. No es para menos. Desde que pasó de desconocida a estrella del momento, no ha parado. «Estoy como en un parque de atracciones en el que vas sentada y las cosas pasan a tu alrededor. De pronto, la gente que ayer veías inalcanzable ahora te viene a saludar: hace nada estaba con Bud Bunny, el otro día desayuné con Cate Blanchet... Pero todo lo veo como desde fuera, porque esto me pilla con 52 años y ya ni los éxitos ni los fracasos me van a cambiar»«, aseguró la madrileña, que recibió hace pocos días en Francia la Orden de las Bellas Artes.

En su nueva vida, dice, «hay una línea muy fina entre el sueño y la pesadilla», y reflexionó sobre el cansancio y la responsabilidad extrema de ser un referente para mucha gente y de entrar en la vorágine de la fama. «Es una cosa inigualable, me veo con una responsabilidad muy grande no solo como intérprete, también por lo que represento, que aunque no lo he elegido lo hago con mucho amor», explicó, para después, al cierre del acto, rematar la idea: «Estoy cansada de las etiquetas. Incluso la de trans. Porque siempre es 'Karla Sofia Gascón la actriz trans', pero ¿por qué no ponen que soy la actriz alta, o que estoy más gordita?' Las etiquetas están muy bien si sirven para que las personas que están degradadas socialmente, si tienen logros, se los valoren de manera relevante. No solo para resaltar cosas».

Encontrarse con Karla Sofía Gascón a estas alturas de su fama es curioso. A diferencia de los intérpretes asentados, Karla habla sin sentar cátedra, sin que de su boca salgan verdades absolutas. Duda, reflexiona en alto, no sigue el camino del pensamiento único... No le importa hablar de discriminación positiva, «que no me gustaba», para a mitad de frase cambiar de vía y decir que entiende por qué está. «Es la única manera de que nos vayamos incorporando a la sociedad poco a poco. A mí como actriz me gusta que no se me limite ni se me encierre solo en los papeles según mi condición. Cuando me dicen que un personaje trans solo lo deben interpretar trans... pues digo que sí por esto, pero no porque no haya capacidad actoral para que lo hagan otras personas... Cuando me llega un guion con una chica trans que se dedica a la prostitución me da hasta rabia. Yo abogo porque los papeles se elijan según los actores que están más capacitados para interpretarlo. Si a mí me dicen que tengo que hacer de pesacadera, pues prefiero eso que hacer lo mismo otra vez», asegura, cotundente, y sentencia: «Y es precisamente lo que yo quiero decir, y es que somos personas normales y corrientes. Y si de algo puedo servir esto es para que a otras personas se las respete. Con que una sola familia no eche a su hijo o hija de casa porque me ha visto, yo me doy por feliz».

Desde que logró el premio en Cannes y su nombre se hizo popular, se cumplió un vaticinio que ella sabía «que iba a suceder»: los insultos en las redes sociales. «Sé cómo se comporta la gente, llevo luchando contra esto desde que salí en 2018 en un teatro y nadie sabía cómo iba a aparecer yo», recuerda, con la lágrima cabalgando su mejilla, sobre el momento en el que anunció al mundo su verdadero ser. «Desde entonces, ha sido una especie de lucha entre el bien y el mal, la gente que te adora y la gente que te odia simplemente por existir... Porque una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es usarla para masacrar a otras personas sin motivo... No sé si deberían prohibir las redes sociales o controlarlas, lo que está claro es que no se pueden usar para destruir a las personas. Conmigo no lo han conseguido, pero hay gente que se ha suicidado por esa presión, o gente que ha matado a otra por las mentiras que dicen», lamentó.

Imagen principal - Arriba, encuentro con Karla Sofía Gascón. Abajo, alumnos y profesores del Campus de Verano de la Academia de Cine
Imagen secundaria 1 - Arriba, encuentro con Karla Sofía Gascón. Abajo, alumnos y profesores del Campus de Verano de la Academia de Cine
Imagen secundaria 2 - Arriba, encuentro con Karla Sofía Gascón. Abajo, alumnos y profesores del Campus de Verano de la Academia de Cine
Arriba, encuentro con Karla Sofía Gascón. Abajo, alumnos y profesores del Campus de Verano de la Academia de Cine Academia de Cine

Más allá de la parte reivindicativa, Karla Sofía Gascón tuvo tiempo para demostrar su faceta más divertida, que es también la más cercana a su vida diaria: «Me gustaría ser la mala de una película de James Bond o dar tortazos en una de Tom Cruise», remató.

Un Campus de Verano para la inclusión

La tercera edición del Campus de Verano Academia de Cine, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, finalizó el pasado sábado en el Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Allí, ocho jóvenes cineastas -Beatriz Mbula, Sara Bamba, Hajar Boujtat, Anxos Fazáns, Sonia Martí Gallego, Marta Ambel, Dave Jackson e Ignacio Acconcia- recibieron formación para que sus proyectos ahonden en el retrato de la diversidad de la mejor manera posible.

Cineastas de la talla de Manuel Martín Cuenca, Anna R. Costa, Pablo Remón y Estíbaliz Urresola, que ejercieron de mentores, guiaron a los jóvenes talentos. También los acompañaron, en las dos «intensas» semana que dura el Campus de Verano, la sonidista Eva Valiño, el director de fotografía Mauro Herce, las directoras de casting Ana Sainz-Trápaga y Patricia Álvarez de Miranda y los cineastas Neus Ballús y Mariano Barroso.

En el acto de clausura, según recoge la Academia de Cine, la vicepresidenta de la institución, Susi Sánchez, alabó «el talento y compromiso» de los 'campistas', al tiempo que agradeció el acompañamiento de los profesionales de la industria. «Unos profesionales diversos para unos proyectos que son buena muestra de las nuevas voces del cine español», resaltó. «El inicio del verano y el impulso a un cine diverso van unidos desde hace tres años. Confiamos en continuar afianzando esta apuesta y que muy pronto podamos ver el resultado en la gran pantalla», deseó Sánchez.

En este mismo sentido se pronunció el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, José Luis Moreno. «Este Campus es necesario y es muy importante para la ciudad mantener esta actividad. Deseamos que el cambio en la industria en favor de la diversidad, no solo continúe, sino que gracias al Campus vaya más rápido», afirmó, según informó la Academia de Cine.