La heroicidad de Miguel Ángel y Pol que ha salvado la vida de su vecina Julia en un incendio: «Ha vuelto a nacer»

A la una de la tarde, Miguel Ángel pasaba por la calle Alhambra, en el barrio de San Pedro, cuando vio el humo que salía del garaje del número 2, un chalé unifamiliar adosado. Es conductor de un camión de basura de Gesmat, la empresa responsable de la recogida y eliminación de residuos de varios municipios de la región, y se dirigía al trabajo.

«En el maletero de mi coche siempre llevo una maza y una palanca», comienza relatando. «Vi que Gabriel, el hermano, intentaba abrir la puerta del garaje y me puse a ayudarlo. Al poco llegó Pol, nos liamos a dar golpes a la puerta e intentamos abrir la persiana y la ventana del garaje porque había mucho humo dentro».

Un operario municipal, Antonio, y algún vecino echaban agua con una manguera pequeña de una casa vecina mientras el alcalde, Indalecio, intentaba regular el tráfico y evitar los mirones en este municipio de casi 900 habitantes.

Miguel Ángel y Pol, empleado del ayuntamiento, empezaron a oír voces desde el interior de la casa y preguntaron a Gabriel, maltrecho del corazón y asmático, si había alguien dentro. «En principio, nos dijo que no había nadie, pero seguíamos oyendo voces hasta que llegó un momento que dejamos de oírla». Era Julia, la mediana de los tres hermanos Tena, que pedía ayuda.

Como no la veían en la calle, Miguel Ángel decidió acceder a la vivienda, donde no se veía nada. Entró por la puerta principal y lo hizo a gatas. De esta manera llegó a la habitación del fondo y tropezó con Julia. «Palpando, llegué a ella. Toqué su pierna y dije: '¡Aquí está!'. Me puse de pie, agarré las piernas y la arrastré por el pasillo. Entonces me vio Pol y entre los dos logramos sacarla a la calle».

Ennegrecidos por el humo, su intervención fue muy rápida, apenas unos pocos segundos. Julia salió inconsciente y Pol le realizó las maniobras de reanimación hasta que consiguió devolverla a la vida. «Costó reanimarla», reconoce su rescatador.

Luego llegó el médico de guardia, que se hizo cargo de Julia, y más sanitarios. Una UVI móvil trasladó a la mujer hasta una explanada en un recinto junto al cementerio, desde donde un helicóptero medicalizado la trasladó hasta el Hospital Universitario de Toledo. Allí también ingresaron sus dos hermanos mientras los bomberos extinguían el incendio.

Los hermanos Tena son feriantes, con un puesto de comida, y han perdido todo lo que habían ganado este verano, según le comentaron al alcalde. «Ya habían regresado de su gira por los pueblos y tenía su caravana en el garaje», cuenta Indalecio, quien agradece a Pol y Miguel Ángel su acción valerosa para salvar a su vecina Julia.