El voto joven lleva a PP y PSOE a una batalla en la vivienda con modelos enfrentados: "Desde ERC a Vox hay una frustración con el Gobierno"

Ampliación del campo de batalla. El PSOE y el PP han movilizado ya sus maquinarias políticas para una confrontación frontal sobre vivienda. En plena crisis de acceso al mercado inmobiliario y con un descontento social galopante, el alquiler y la compra se han convertido en dos de los asuntos que más directamente afectan a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes. El de la vivienda también es uno de los espacios políticos en que más y mejor se evidencian los modelos económicos -y, por tanto, ideológicos- diferentes que pregonan unos y otros.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se preparan para un inminente choque de cuernas. Mientras que el PP va a volcar sus mayores esfuerzos en las medidas de incentivo de la oferta -liberalización de suelo, impulso a la construcción, deducciones y rebajas fiscales a los propietarios y un sistema de «seguridad» para aflorar al alquiler pisos vacíos-, el Gobierno quiere seguir apretando más por el flanco de la demanda, con medidas como los topes del alquiler, el bono de 250 euros para arrendatarios, las limitaciones al alquiler turístico o la multiplicación de las ayudas a la vivienda social, pasando de 470 millones con Rajoy a los 3.500, ahora.

Hay una realidad que comparten PSOE y PP, y es que el de la vivienda es el gran fracaso económico y social de los políticos. «La incidencia del problema de acceso al mercado de la vivienda afecta por igual a izquierda y a derecha. Desde ERC a Vox hay una sensación de frustración con el Gobierno de España», aseguran fuentes del equipo de Feijóo. «Quienes votaron a Sánchez en 2015, 2016, 2019 y 2023 han comprobado que no ha cambiado nada: PSOE, Sumar y Podemos les han fallado», insisten en Génova.

Por tanto, el PP quiere lanzar sus redes al caladero de «los descontentos». «Una de las grandes bolsas de voto es la de la vivienda, la conciliación y la precariedad laboral. Hace 20 años al mileurista se le veía como un pobre desgraciado y ahora cobrar eso es lo normal entre los jóvenes. La esperanza de Sánchez es que la gente vote al PSOE por miedo a Vox, o en contra del PP. Nuestra esperanza es que los decepcionados con Sánchez nos den una oportunidad y no voten contra nosotros», rematan el argumento en la sala de máquinas del PP.

En Moncloa la visión de la jugada es muy distinta. Desde mediados de la legislatura pasada, Sánchez concibió la vivienda como el asunto sobre el que edificar el quinto pilar del estado del bienestar. Pero más que pilar ha derivado en un quebradero de cabeza, y una vía de desgaste, por la ausencia de resultados. Ocurre que es una competencia transferida a comunidades y ayuntamientos; y que el Gobierno ha sufrido algún revés importantes -retiró la Ley del Suelo por falta de apoyos y Junts tumbó la iniciativa de Sumar para regular el alquiler de temporada-; y que los precios siguen disparados, y prohibitivos para los jóvenes.

Pese a ello, el Gobierno mantiene su propósito de que sea un tema central del debate político, porque pese a los sinsabores, saben que ellos tienen la capacidad de promover iniciativas, les confiere penetración en un nicho importante de votantes -los jóvenes, un colectivo desencantado con el sistema- y, además, es un asunto que les permite abrir un flanco de confrontación con el PP, situando a los presidentes populares como líderes que no aplican las normas del Gobierno para abaratar precios o hacer la vivienda asequible.

De hecho, La Moncloa quiere que la Conferencia de Presidentes que se va a celebrar en diciembre sea monotemática sobre vivienda, para evidenciar esa confrontación y modelos distintos. Hace sólo unos días, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, evidenció esa estrategia al amenazar a las comunidades del PP con que si no aplican la Ley de Vivienda, no podría recibirían fondos estatales. Los barones del PP, por su parte, maniobrarán para incluir en el orden del día la financiación, la atención primaria, la inmigración o la conciliación.

«No hay mayor batalla cultural que intentar robarle banderas a la izquierda, y nosotros queremos abanderar las soluciones a la falta oferta de piso; ¡cómo no íbamos a comparecer en este debate!», apuntan en Génova. «La gente no las saca al mercado por la incertidumbre para el propietario, por miedo a la inquiokupación o a futuros topes del alquiler.

El PP registrará en los próximos días una Ley de vivienda y «un plan de vivienda», según dijo ayer Cuca Gamarra, secretaria general de los populares. La medida estrella será una mayor exención en el IRPF «para quienes pongan nuevamente vivienda en el mercado del alquiler», y construir 200.000 viviendas al año.