Las lágrimas de Cristiano que dan la vuelta al mundo>

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Después de noventa minutos, las redes defendidas por Diogo Costa y Oblak se mantenían intactas, por lo que el encuentro se fue a la prórroga. Poco antes de llegar al descanso del tiempo extra, Orsato visualizó una caída de Jota en el área y no dudó en señalar penalti. Cristiano se apresuró a adueñarse del balón para buscar la gloria.

Su lanzamiento salió con fuerza y bien colocado hacia la derecha de la meta de Oblak, pero el portero esloveno respondió con una excelente intervención para mantener el 0-0 en el marcador. Poco después, el colegiado señaló el final de la primera mitad de la prórroga y Cristiano reaccionó a su fallo llorando desconsoladamente.

A pesar de los intentos de sus compañeros por animar a su capitán, el exmadridista era incapaz de contener las lágrimas. Hasta que Orsato señaló el comienzo de la segunda mitad del alargue, la tristeza no se borró del rostro de Cristiano. Gracias a la heroicidad de Diogo Costa en la tanda, deteniendo tres penaltis, la pena por su error se convirtió en alegría por la clasificación.

A pesar de que su fallo no tuvo consecuencias para su equipo, el gesto de una leyenda como él inundada de lágrimas dio la vuelta al mundo y ha provocado una división de opiniones, entre aquellos que se emocionan al ver a una estrella de su categoría derrumbado por la responsabilidad y la presión, y otros que lo entienden como una nueva pataleta de un futbolista caracterizado por su egoísmo.

Sea como fuere, se trata de un nuevo episodio alejado de lo puramente futbolístico por el que Cristiano ha sido protagonista en esta Eurocopa. Ante la República Checa, el ariete restregó al postrero gol de la victoria lusa de Conceiçao al meta y un defensa checos. Mientras que frente a Georgia, sacó a relucir sus malos modos y, si no es por lo que representa, seguramente hubiera terminado expulsado.

Cristiano busca, además de su último éxito con Portugal, reencontrarse con el gol en la Euro para ampliar su ventaja como máximo anotador histórico y convertirse en el goleador más veterano de la historia del torneo. La voracidad por sumar otro récord más a su amplísima colección, en esa fina línea entre la ambición y el egoísmo, llevó a un jugador que lo ha ganado todo al llanto más desconsolado.