EEUU impone nuevas restricciones a la venta de chips
A pocos días de abandonar la Casa Blanca, la administración de Joe Biden ha decidido endurecer sus restricciones a la venta de chips, en concreto el tipo de semiconductores que pueden utilizarse en aplicaciones de inteligencia artificial. Tan sólo 18 países aliados podrán seguir comprando este tipo de componentes sin restricciones mientras que naciones como China, Corea del Norte o Irán verán severamente restringida su capacidad de adquisición.
La norma entra ahora en un periodo de consulta de 120 días, por lo que será la administración de Donald Trump la encargada de elaborar el conjunto específico de reglas (o abandonar las prohibiciones si así lo desea). El texto inicial, no obstante, incluye varias medidas destinadas a cerrar algunos de los tecnicismos y vacíos legales que hasta ahora habían permitido a estos países burlar las sanciones impuestas por EEUU para el control de chips desde el año 2022.
"En las manos equivocadas, los sistemas de IA tienen el potencial de amplificar los riesgos para la seguridad nacional, permitir el desarrollo de armas de destrucción masiva, apoyar ciberataques y contribuir a la erosión de los derechos humanos mediante la vigilancia continua de la población", explican desde la Casa Blanca en un comunicado.
Bajo las nuevas normas, cualquier orden de compra de chips con una potencia conjunta equivalente a la de aproximadamente 1.700 GPUs avanzadas necesitará una licencia y la verificación del usuario final de los mismos.
Los aliados más próximos a EEUU (los países que forman parte del G7, por ejemplo, y algunas democracias occidentales) no tendrán límite alguno en la adquisición de chips. La mayor parte del resto de países podrán adquirir chips con una capacidad conjunta equivalente a la de 320.000 GPUs avanzadas si cumplen algunos criterios de seguridad. Para los restantes países el límite será de una capacidad equivalente a la de 50.000 GPUs avanzadas y siempre mediante una verificación del uso final y con una licencia aprobada.
La medida afecta sobre todo a Nvidia, la compañía líder en el tipo de chips que se utilizan ahora mismo en aplicaciones de inteligencia artificial y con sede en EEUU. Tras conocerse el nuevo paquete de restricciones, Ned Finkle, vicepresidente de asuntos globales de la plataforma, criticó duramente la medida. "En sus últimos días en el cargo, la administración de Biden busca socavar el liderazgo de Estados Unidos con un pantano regulatorio de más de 200 páginas, redactado en secreto y sin una revisión legislativa adecuada", explica.
Pero los nuevos controles han enfadado también a Europa dado que varios países de la Unión no están en la lista de países sin límite en al compra. "Estamos preocupados por las medidas estadounidenses que restringen el acceso a las exportaciones avanzadas de chips de IA para determinados estados miembros de la UE y sus empresas", explican en un comunicado conjunto Henna Virkkunen y Maro Šefovi, vicepresidentes ejecutivos de la Comisión Europea.