Fuentes del propio entorno de Koldo García reconocen que es cierto que la familia ha acudido al notario, pero declinan explicar qué contienen exactamente esas escrituras. Sólo aseguran que son asuntos que «no tienen que ver con la investigación judicial», los presuntos delitos que rastrea la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y que se deberían, según esta versión, a temas relacionados con otras personas que guardan relación con los hechos que se investigan.
Pese a la corta edad de la niña, figura en el Registro Mercantil como propietaria de un apartamento en Benidorm adquirido en marzo de 2022, para el que habría recibido una donación de sus padres. No hay otras propiedades inscritas a su nombre, por lo que todo apunta a que son escrituras en las que aún no se cambia la titularidad del bien inmueble de facto.
Entre 2020 y 2022, la familia adquirió tres viviendas y un terreno rústico, éste en la localidad de Polop (Alicante). Ese patrimonio es objeto de la investigación en la que Koldo está imputado por el presunto cobro de comisiones a cambio de favores y los agentes de la UCO sospechan que pudo servirse de «terceros».
Koldo García pidió hipotecas demostrando una muy buena capacidad de endeudamiento. La principal hipótesis es que podía pagarlas con las entradas de efectivo irregulares de las que disponía. De hecho, el intermediario Víctor de Aldama, también bajo investigación, confesó al juez haber realizado entregas periódicas de 10.000 euros en efectivo a Koldo García. El comisionista, que también entregaba dádivas al entonces ministro de Transportes, entre ellas encargarse del pago de la vivienda de su amiga Jésica Rodríguez, explicó que esas entregas de efectivo, esa 'nómina' al asesor de Ábalos, eran una suerte de inversión por las grandes oportunidades de negocio que la pareja le ofrecía, y que era una cantidad modesta en comparación con el posible rédito.
Víctor de Aldama fue el intermediario de la empresa Soluciones de Gestión, que facturó 52 millones de euros en mascarillas a varias administraciones, principalmente a entes públicos dependientes del Ministerio de Transportes de Ábalos, como Puertos del Estado o Adif, el gestor de las infraestructuras ferroviarias. El beneficio neto de la trama se acercó, según estimaciones, a los 17 millones de euros.
Los agentes de la UCO llevan meses investigando las finanzas y el patrimonio de Koldo García. En esta línea, la Fiscalía Anticorrupción reflejó que el que fuera asesor de José Luis Ábalos ingresó en efectivo en sus cuentas casi 300.000 euros mientras trabajaba en el ministerio y el año posterior a su salida. Fueron 37.305 euros en 2019; 75.282 euros en 2020; 95.033 euros en 2021, el año del cese de Ábalos; y 88.443 euros en 2022.
Los sobres
Koldo García ha manejado importantes cantidades de dinero en metálico desde su llegada al Ministerio de Transportes, tras la moción de censura que hizo presidnete a Pedro Sánchez en el año 2018. Como desveló ABC en 2020, el asesor se desplazaba con tres sobres de dinero etiquetados como «Ministerio», «PSOE» y «Jose», con los que iba satisfaciendo todo tipo de gastos.
El último informe de la UCO ha demostrado que cobraba gastos en metálico de Ferraz, pero lo mollar de la investigación es cómo se nutrían todos los sobres. Los gastos personales de Ábalos, como los de la estancia en un hotel de lujo de Tenerife también desvelada por este diario, los abonaba Koldo pero, según el último auto del juez instructor del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, no hay constancia de que el entonces ministro le retornara esas partidas.
El último informe de la Policía Judicial, conocido el pasado viernes, desveló que la trama usaba un lenguaje en clave con los colores de los billetes: «Chistorras» para los de 500 euros; «soles» para los de 200; y «lechugas» para los de 100.