Puente minimiza la crisis de Cercanías: "Es muy puntual y el metro de Madrid va peor"
El Ministro de Transportes Óscar Puente ha salido al paso de las críticas por los incidentes del servicio de Cercanías y el malestar de sus usuarios defendiendo que los trenes operados por Renfe en Madrid tuvieron una puntualidad media del 95,7% y que el Gobierno está en plena renovación del material rodante, con nuevos vehículos que llegarán a final de año.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el responsable de Transportes ha indicado que la puntualidad del servicio en Madrid -con 700 incidencias el año pasado- supera las de París y Londres y, en todos las operaciones de Renfe, duplica la de la alemana Deutsche Bahn. Puente ha ofrecido la foto pero no la evolución de esa puntualidad ni del número de incidencias y se ha centrado exclusivamente en Madrid, si bien las quejas por la mala calidad del servicio proceden tradicionalmente de Cataluña y Barcelona, hasta el punto de que la gestión de Cercanías ha sido reclamada y conseguida por los partidos nacionalistas. Y cuando ha habido críticas Transportes no ha cargado contra la Generalitat.
Fiel a su línea de enfocar la gestión como un choque con administraciones de partidos políticos no aliados -retiró a La Rioja un servicio ferroviario tras ser criticado por el gobierno autonómico-, el ministro ha simplificado la polémica en Madrid comparando la operación de las líneas de Cercanías con la operación y servicio del Metro de Madrid que, ha asegurado, va mucho peor por la falta de renovación del material rodante.
Sin embargo, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha vuelto a cargar por segunda jornada consecutiva contra el responsable de ese medio de transporte con el que miles de personas se desplazan diariamente hasta la capital. "Le diría al ministro a Puente que solucione este problema lo antes posible. Antes de palabras, que digan cuál es la inversión para garantizar la seguridad de los usuarios y que puedan utilizarlo todos los días", argumentaba. "Es tercermundista que una estación como la de Atocha esté así. Hace unos meses hubo dos descarrilamientos", proseguía en su crítica.