Hacia un nuevo régimen

La tasa de abandono del trabajo en Estados Unidos se ha situado en el 2,3%, más de cuatro puntos por debajo de su máximo de los últimos dos años. Había dos ofertas de empleo vacante por parado, y ahora hay 1,2. Estos datos tienen varias interpretaciones. La más obvia es que las subidas de tipos de la Reserva Federal han logrado enfriar la economía para contener la inflación, y que los trabajadores se empiezan a aferrar a sus puestos por miedo a perderlos. Una segunda apela a que lo que se llamó great resignation, great quit o great reshuffle vaya quedando como un fenómeno de la postpandemia.

Hay quien vio en la gran dimisión, que es como se tradujo en España, un nuevo y permanente paradigma laboral, en el que el trabajador priorizaba su bienestar sobre cualquier otra variable y obligaba a las empresas a cambiar el modo de relacionarse con él a riesgo de perderlo. La carestía de mano de obra y la espiral de precios han desembocado en un incremento del poder negociador de los sindicatos y, por extensión, de los salarios, que ya están creciendo netamente por encima de la inflación. La desinflación y las expectativas de recortes de tipos sugieren que el techo está cerca.

BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, considera que la economía mundial no sólo está superando el shock de la pandemia, sino el que generó la crisis financiera internacional de 2008 y su década larga de tipos bajos. No obstante, este aparente regreso a la normalidad está atravesado por un condicionante mucho más persistente que lo hace inédito y que conduce a la economía global a un "Nuevo Régimen". El envejecimiento de la población es, junto a la fragmentación de los mercados y la inteligencia artificial, la corriente más profunda y persistente de las economías avanzadas. Y es inflacionaria.

Bajo este horizonte, mantener a raya el precio del dinero va a ser una constante por parte de los bancos centrales, que se han dejado muchos pelos de credibilidad en la gatera. "Los tipos bajarán, pero no como antes. Habrá margen para la política monetaria", comentaba en una reciente conferencia el economista jefe de Arcano Partners, Ignacio de la Torre. Desde el punto de vista de los inversores, vuelve el apetito por el riesgo en un escenario de "volatilidad" permanente, dice BlackRock. El gran ajuste queda en la cuenta de los gobiernos, cuya era de esplendor fiscal es, esta vez sí, del Antiguo Régimen.