Un agente de Emergencias explica si bañarse después de comer puede causar un corte de digestión: «No existe como tal»
Con el verano llega el «hijo/a, hasta dentro de dos horas no te puedes bañar, que te da un corte de digestión y es muy peligroso». Un clásico de cada año, algo muy extendido en la cultura española, que se ha transmitido de generación en generación.
Generalmente lo advierten los padres, madres y personas mayores, que indican a sus pequeños que, una vez acabada la comida, han de esperar hasta dos horas de reloj para poder darse un baño.
Lo cierto es que no existe una base científica que sostenga este mito, este supuesto peligro por el que se atemoriza a los más pequeños de la casa que, recién alimentados, meterse en la piscina o en el mar puede tener efectos muy graves para la salud.
Para desmitificar este topicazo arraigado en nuestra sociedad, Jordi Wild ha llevado a su podcast, The Wild Project, a Miguel Assal, un agente de Emergencias, que ha hablado largo y tendido sobre los verdaderos riesgos que se producen con la llegada del verano... y no precisamente un corte de digestión.
La verdad tras el corte de digestión
Este agente de Emergencias SAMU, que es, además, divulgador y conferenciante de primeros auxilios y emergencias, ha expuesto ante Jordi Wild qué de verdad hay en los cortes de digestión.
@wallnut_white The Wild Project #335 - ¿Existen los cortes de digestión? #jordiwild #podcasts ♬ sonido original - WallnutWhite
«Pero tú te puedes morir después de haber comido una buena paella o sin haberla comido», comienza su respuesta. «Lo importante es que el garbanzo ya hubiese sido digerido. A las dos horas justo totalmente ya lo tenías digerido y ya no tenías ni gases», bromea. «Dos horas, Jordi, y ya te puedes meter. Y habías estado jugando a todo el sol, sudando perdido... y te metías de golpe. Ahí es donde viene el problema, en el cambio brusco de temperatura», advierte.
«Hacer el truco de los abuelos, que es cuello, axilas, ingles, sirve. Ahí te estás aclimatando»
Para Miguel Assal, «no existe como tal el corte de digestión. Sí que ocurre que cuando comes tienes más sangre acumulada en el estómago, entonces, vas a poder recibir peor ese cambio brusco de temperatura. Por eso se dice que comiendo podríamos incidir un poco más, pero la respuesta real es que sin haber comido también te puede pasar, así de claro», manifiesta.
En su reflexión, este agente de Emergencias habla una y otra vez de tener especial cuidado con los «cambios bruscos de temperatura». «Es lo que se llama el riesgo de hidrocución, shock término, un shock termo diferencial. Por eso, la gente que hace maratones y se mete en agua fría se juega la vida por completo. Estás a casi 40 grados y te vas a meter a 13 grados. Ese cambio brusco de temperatura... Otra cosa es que lo hagas de forma paulatina. O sea, que primero hagas el truco de los abuelos, que es cuello, axilas, ingles. Eso sirve. Ahí te estás aclimatando», detalla.
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